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Para nosotros,
los católicos, es muy triste observar el gran deterioro físico
del Papa Juan Pablo II.
Pero más entristece observar cómo el Colegio Cardenalicio,
compuesto por 135 cardenales, comienza su "puja" interna para saber quien
puede ser el seguro sucesor.
En Colombia tenemos tres cardenales, quienes bien pueden ser "papabiles",
es decir que tienen mucha opción.
Pero hay mucha política en medio de ésto y ahora son
los italianos los que dicen que no quieren más extranjeros sentados
en la silla papal.
25 años lleva allí el Papa actual. Pero ayer se vio muy
agotado en las largas ceremonias, entre las cuales estuvo la canonización
de tres santos: Daniel Comboni, de Italia; Arnold Janssen, de Alemania
y Joseph Freinademetz, de Austria.
Monseñor Stanislaw Dziwisz, polaco, 40 años amigo del
Papa y su asistente personal, ha negado esos rumores, igual que Joaquín
Navarro Valls, prominente miembro del Opus Dei.
El Santo Padre está muy informado de estos y se preocupa, naturalmente
sobre quien será su sucesor porque sabe bien que hay algunos aspirantes
que devolverán todos los cambios que ha hecho. Dios no lo permita.
Mientras tanto el Señor puede hacernos el milagrito de mejorarlo
de sus males, en especial el mal de Parkinson, y que no tenga cáncer
como muchos especulan.
Leonor Uribe de Villegas
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