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Es el interrogante que muchos nos hacemos, en especial quienes hemos vivido
en guerras civiles constantes por años y años.
Publicó la editorial católica "Sin Fronteras" un librito
alrededor de este tema de la paz y aquí está
"La paz en la que creo".
En la paz siempre joven /en la paz de los hombres nuevos/ en la paz
que destruye las armas/ en la paz de bombas de risas/ en la paz de la verdad/
en la paz de los silos repletos/ en la paz del ser frente al tener/ En
la paz sin barrotes/ en la paz de los que se abrazan y besan/ en la paz
de los que perdonan y olvidan/ en la paz de la justicia y la solidaridad/
En la paz de la misericordia/ en la paz del Creador de la paz/ en la paz
con letras mayúsculas/ sólo en esa PAZ.
"La paz en la que no creo"
En la paz de los papeles/ en la paz resultante de la guerra/ en la
paz hecha con millones de cadáveres/ en la paz de la metralleta/
en la paz de la mentira/ en la paz de la sangre/ en la paz de la miseria
y del hambre /
En la paz de los nuevos Caínes/ en la paz del temor/ en la paz
de las cabezas nucleares/ en la paz de la tortura/ en la paz de los campos
de refugiados/ en la paz del odio/ en la paz de los campos abandonados/
en la paz del dinero/ en la paz del cementerio/
No volváis al cementerio/ a buscar al que está vivo/
ha atravesado la muerte, como se atraviesa un río/ Ha saltado por
encima, cual si fuese una barrera/ ha derrotado a la muerte y la ha derribado
a tierra/ y nos espera adelante/ allí donde nace el sol/ el que
vive para siempre/ El Jesús al que buscáis/ está ya
resucitado ¡Aleluya!
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Muy a menudo los diálogos de paz se rompen. Fracasan. Digámoslo
sino los colombianos. Díganlo palestinos e israelíes. Y cuánto
ansiamos, hombres y mujeres de todo el orbe, que haya paz y no discordias
y guerras. Decir si a la paz es decir si a Dios.
Leonor Uribe de Villegas
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