Noviembre 28 de 2.000 |
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Y recordamos cómo el autor del famoso "maniluvio", Poncio Pilatos, le pregunta a Jesús: ¿Tu eres Rey? Y Él le contesta: Yo soy rey. Para esto he nacido... (Juan 18, 36-37). No siendo de este mundo el Reino de Cristo comienza ya aquí. Él es un Rey a quien se le ha dado todo el poder en el cielo y en la tierra. Por eso le damos todo honor y le agradecemos el tener fe, porque, cómo es de difícil creer en los seres humanos. Cuán fácilmente nos lavamos las manos. La irresponsabilidad, sobre todo de los gobernantes, de quienes más esperamos, cunde. Duele pensar que su primer trono fue el pesebre y el último la cruz, cuando a su lado el "buen ladrón" le decía: Jesús, acuérdate de mí cuando estés en tu Reino. San Ambrosio decía que "la vida consiste en habitar con Jesucristo y donde está Él allí está su reino". Siguiendo la tónica de los valores religiosos nos pareció muy importante un reportaje que publicó el diario "El País" de aquí de Cali, también ayer. El entrevistado fue un médico, Gilberto Gamboa, quien es un amigo mio especialista en bioética, materia que enseña en la Universidad del Valle. Se le pregunta cuál es su concepto sobre la eutanasia y, sin vacilar, responde: "Es la cultura de la muerte. Los médicos en particular y la sociedad en general (aquí en Colombia) saben que la eutanasia es siempre un asesinato". En el país no está prohibida por la ley y se practica poco, o por los menos no se divulga. Otra cosa distinta es el poco respeto que se tiene por la vida humana. "Allí es donde se debe intervenir para detener esta pendiente de violencia que nos está precipitando a un insondable abismo." Acepta que es moralmente lícito el uso de analgésico para aliviar el dolor de un moribundo, así se precipite su muerte. Ahí es donde entra en juego la moralidad de quien trata al enfermo. Leonor Uribe de Villegas |
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