Noviembre 2 de 2.000
VIVIMOS EN UN MUNDO SUPERPOBLADO

a pesar de las bajas tasas de natalidad. ¿Qué ha sucedido desde 1994, considerado como el año Internacional de la Familia, hasta hoy?
En China, en la India y en los países africanos la tasa crece y crece porque ya son muchos millones. A pesar de drásticas leyes es imposible que no crezca la población así no se les permita tener sino un hijo.
En Latinoamérica la cosa ha variado, (en Colombia la tasa está un poco sobre el 2%), pero hay países, sobre todo con población indígena, que han sido poco permeables a las campañas demográficas.
Por desgracia acá crece el aborto provocado (son como 350.000 al año) a pesar de que se imparte educación sexual y se enseña la planificación familiar. En un mundo materialista como el actual el gran triunfo es hacer propaganda a la nueva pastilla abortiva, que sirve hasta casi dos meses después de iniciado un embarazo.
Esa, gracias a Dios, todavía no ha llegado a estos mercados y su alto precio la hace inasequible a las mujeres de nuestro pueblo, que optaron por el aborto provocado hecho en cualquier cuchitril, en las peores condiciones higiénicas. Los defensores de estos métodos, que son simples asesinatos, dicen que la pobreza de estos países se debe a exceso de población y no hablan de las verdaderas causas: mala distribución de la riqueza.
Quizás ahora, cuando en Colombia cunde la migración (una de las variables para medir el crecimiento demográfico, junto con la fertilidad y la mortalidad) veamos descender la natalidad. ¡Qué pena! También la mortalidad, provocada por los guerrilleros, contribuye a este proceso. La llamada "cultura de la muerte" vence a la "cultura de la vida". 

Leonor Uribe de Villegas
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"La llamada cultura de la muerte vence a la cultura de la vida"
 
 
 
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