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Acabo de ver una película que me impresionó porque la artista
principal es una jovencita de la edad de mis nietas. Sufría de una
enfermedad harto común entre las veinteañeras de ahora, y
que no se vio en nuestra juventud.
Se llama "anorexia" el dichoso mal, o sea una inapetencia compulsiva,
que hace que se odie la comida en tal forma que si se obliga a comer a
la paciente (es una enferma mental) vomita y cada día pierde peso,
hasta llegar a ser un esqueleto.
Hay que tener cuidado cuando las muchachas se inventan regímenes
para adelgazar y saber si tienen conflictos en la casa, en los estudios
o con el novio. La desadaptación a la vida familiar, por tantas
razones que pueden invocarse desarrollan problemas como este.
O el otro también con esos antecedentes, pero opuesto, llamado
"bulimia" o sea afán de comer, hambre excesiva. Obviamente esta
engorda. No se si ambos males se dan por igual entre muchachos y muchachas.
Pero qué difícil es sacar estos enfermos adelante. Hay una
droga que se emplea mucho para la anorexia y se llama Prozac. Causa adicción
y eso es grave.
Sobre todo si se toma alcohol el daño es todavía mayor.
¡Dios sea loado! Cocaína, marihuana, pastillas acelerantes
y/o calmantes, opio, etc., etc., es lo que jóvenes y no tan jóvenes
consumen cada día a mayor escala. ¡Pobres padres de los drogadictos
y esposos o esposas!
Pobre país nuestro que no solo es productor sino consumidor.
¡Y cómo ha ido en aumento el consumo! Malditos sean los narcotraficantes
y, en especial, los narcoguerrilleros. ¿No habrá quien los
elimine de la faz de la tierra? ¿No entrará en el Plan Colombia
que haya fuerzas de la ONU que intervengan?
Acá los colombianos solos con el ejército no podremos
hacerlo.
Leonor Uribe de Villegas
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