Noviembre 13 de 2.001 |
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Si el lector quiere saber más de ella escríbale al Centre Rohan Chabot, B. P. 28 Mokolo, Camerún. Hace diez años vive en ese remoto sitio en la costa occidental del Africa, donde dirige una lazareto. Ese fue un protectorado francés y, de hecho, es la lengua que hablan más todos los nativos. Cuando llegó, el hospital era una casa donde arrojaban a los leprosos, casi todos habitantes del caserío. Los caballeros de la Orden de Malta, en Francia, son quienes ayudan a esa obra. Admiran y quieren a monjita, a quien ya otorgaron su más alta condecoración. Estuvieron angustiados, como todos nosotros por el grave accidente que tuvo con el jeep que conducía, en enero pasado. Fracturas en piernas y columna, heridas, hicieron necesario el envío de un avión ambulancia para llevarla a París. Varios meses de reposo absoluto pero acompañados por una fuerte voluntad de sanar y no quedar paralizada, le ha permitido regresar a su "hogar", dado que sus padres murieron y que sus nueve hermanos la comprenden bien. Día a día mejora el hospital pero para ella los niños, enfermos o no, son su obsesión. Nunca estuvo más feliz que cuando inauguró la "Joie de Vivre" ( la dicha de vivir ) la guardería infantil en donde recibe niños de meses hasta que van a estudiar a la escuela. Los patrocinadores de esta obra pagan unas becas de estudio y así en la escuela primaria tienen 88 niños y 72 en la secundaria. Es un orgullo para Mokolo que 5 jóvenes están en la Universidad de Ngaunderé. Hay becas de estudio. Si el amigo lector quiere saber más de esta obra y ayudarla ya tienen la dirección y gracias por anticipado. Leonor Uribe de Villegas |
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