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Es conveniente hacerlo de vez en cuando. Sobre todo cuando no compartimos
las acciones de ciertos evangélicos que visitan nuestros hogares
para tratar de convencernos sobre la "única" verdad, que es la de
ellos. Jóvenes mujeres y hombres que piensan que donando biblias
y lecturas nos convencerán de nuestro error al continuar siendo
católicos.
Estamos en el año 2.000 de nuestra era, iniciado por Jesucristo
en quienes ellos creen. La separación fue en el siglo XVI. En 1521
el Papa León X excomulgó a Lutero quien criticó a
la Iglesia al decir que no se necesitaba esa organización monumental
para extender la fe en Cristo. No estuvo de acuerdo con las cruzadas, ni
con la construcción de la basílica de San Pedro, en Roma.
Para él era una especie de simonía mezclar indulgencias y
limosnas.
En Augsburgo se firmó una declaración conjunta de la
Iglesia Católica y la Protestante, allí se llegó a
un acuerdo sobre la gracia. El primer domingo de Cuaresma de este año
2000, el Papa Juan Pablo pidió perdón por los pecados de
la iglesia. En este acto él se acercó a todas las iglesias
con una sublime humildad de la cual es posible solamente un santo. Es el
orgullo el causante de tantas actitudes rebeldes. Y no es raro que detrás,
también, haya una mujer.
Se necesitan normas para seguir una religión. Estas las contiene,
para nosotros los católicos, el catecismo. Durante el Concilio de
Trento, en 1.555, se dictó uno que duró hasta 1.983, cuando
se publicó el nuevo. El P. Salesman dice que once puntos diferencian
al catolicismo del protestantismo. Pero hay algunos sacramentos que conservan:
el bautismo, la comunión (sólo sirven las hostias al momento
de consagrarse, no pueden guardarse). No admiten la confesión, pues
no aceptan ningún intermediario entre Dios y el hombre; ésto
lo afirman los luteranos. Los anglicanos son menos radicales. ¿Sabía
Ud. que Enrique VIII, rey de Inglaterra quien fundó esta última
secta protestante fue nombrado "defensor de la fe", el cual se convirtió
en título hereditario? La fe es importante pero con obras.
Leonor Uribe de Villegas
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