No
se por qué la lectura de un buen reportaje a Leidy Tabares, publicado
en el magazín de "El Tiempo" de ayer, me conmovió tanto.
Claro que le he seguido los pasos a esta jovencita de Medellín
desde que la descubrieron, filmaron una película con ella como vendedora
de rosas y después de hacerla famosa la abandonaron.
Se volvió a Medellín donde siempre ha vivido, tuvo un
hijo extraconyugal, se asoció después con un tipo que la
llevó a cometer más delitos y mataron a alguien. Ellos están
en sus respectivas cárceles, ella embarazada por su compañero.
En el magazín mencionado sale publicado un artículo cuyo
autor es Edgar Domínguez, a quien no conozco.
Esta muchacha hizo tantas cosas en la vida que se hizo amiga del famoso
narcotraficante Pablo Escobar, quien fue abalaeado por la policía
de Medellín, cunado huía por unos tejados.
Leidy y una hermanita vendían rosas en una avenida de esa ciudad,
cunado pasó una camioneta de esas de dos pasajeros, con vidrios
oscuros y unos guardaespaldas atrás. Se detuvo para comprar rosas
a las niñas y hablar con ellas. Así conocieron a "don Julio",
como dijo llamarse Pablo Escobar.
Leidy, como buena gamín, lo reconoció inmediatamente.
El siguió visitándolas, las llevaba a comer, y un día
que encontró a la muchacha sucia y llorosa la llevó a un
almacén grande, le compró con qué mudarse y tiró
al tarro de basuras la ropa que se cambió.
Cuando se despedía de las niñas les daba la bendición
y les pedía que rogaran por él. No se extrañen: Así
son los paisas (nativos de Antioquia cuya capital es Medellín).
Leonor Uribe de Villegas
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