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¿Sabe usted, estimado lector, a quien me estoy refiriendo? Pues
yo, hasta hace muy poco, no tenía ni idea que existía esta
santa polaca.
Vivió en el siglo pasado, creo que murió muy joven en
1.935 en el convento de Cracovia a donde entró a los 14 años.
Provenían de una familia muy pobre que sólo pudo darle tres
años de estudios primarios. Debía tener un carisma especial
porque la recibieron en la comunidad sin pedirle dote. En las pinturas
se la ve muy bonita.
Conoció al Papa Juan Pablo II, compatriota suyo, quien por esa
época era arzobispo de Cracovia.
Tuvo un día una visión de Jesús con un hábito
muy especial, pues al frente, desde el pecho hasta abajo, tenía
unas especies de estolas de tules blanco y rosado. Ella no sabía
pintar pero en su comunidad le reconocían dotes de persona escogida
por Dios. Así le buscaron un pintor que siguió las indicaciones
de Sor Faustina.
Ella lo llamó el Cristo de la Misericordia.
Yo les recomiendo a quienes ésto lean escuchen el rezo de las
letanías especiales que a las 7:30 de la mañana se rezan
por el canal de TV llamado EWTN, o sea la emisora de la Madre Angélica.
Después dicen la Santa Misa. Buen modo de comenzar el día
sobre todo quienes estamos viejos y enfermos.
Por ese mismo canal de TV, que en mi casa entra por el 58, pero es
mundial y se transmite las 24 horas, se encuentran interesantes programas.
Uno que veo es a las 8:00 pm y allí seleccionan la presentación
de diversos santos de América, habiendo logrado bien las películas,
en donde actores parecidos los representan.
Han pasado la bella Santa Rosa de Lima, el Mestizo Fray Martín
de Porres, los dos peruanos. Santa Teresa de los Andes, San Alberto Hurtado,
chilenos. Y las diferentes vírgenes que adoramos por toda América,
desde Méjico a Argentina, pasando por la nuestra, en Colombia, la
virgen de Chiquinquirá.
Si se tiene fe se disfruta el doble el programa y si no se tiene, pues
se aprende historia.
Leonor Uribe de Villegas
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