| Marzo 21 del 2.000
|
||
|
Estaba haciendo un balance de sus ochenta y cinco años con una visión interior que no empañaban sus ojos cegatones. Un hombre tan brillante y lúcido dice, sinembargo, que "sería mas tonto de lo que he sido ¡de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad !" y en ésto medito: de qué sirve tomar tan en serio la vida ? Aquello que dejo hecho atrás valió la pena de tantos sacrificios ? La frivolidad, que no conocí, quizás me hubiera hecho pasar mejores ratos. Y como Borges no me vanaglorío de haber sido "una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida". Si, hay ratos de alegría, compartidos con familiares y amigos. Pero vivimos en un medio tan difícil, tan lleno de temores y amenazas, que sabemos que olvidar lo que nos rodea no compone nada. Hay que hacerle frente a todo. Pero tampoco podemos llegar al extremo de Borges, quien escribe "yo era de esos que nunca iba a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas". Los balances que hacemos los viejos son una mezcla de tristeza y optimismo, es un trenzar penas y legrías. La búsqueda del mundo feliz cesa en la vejez . Es cuando decimos ésto soy, ésto tengo, ¿ cuánto tiempo me queda para disfrutarlo ? Eso lo sabe Dios que también nos librará de aquellos que secuestran, matan, dejan en su vida un reguero de minas "quiebrapatas". Esos con quienes se matiene un "diálogo de paz" en medio de la violencia, lo cual no convence a nadie. Doblemos esta página también. Oremos porque le vaya bien al Papa en su viaje por el Medio Oriente y porque aparezcan sanos y salvos los secuestrados y sus familias resistan el dolor de estos dias. Leonor Uribe de Villegas
|
||
| Envíe
líbremente sus comentarios al e-mail:
|
||
|
|||||||||