Junio 6 de 2.002 |
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Hace suyas aquellas palabras que se dijeron en su país desde la Revolución: "Libertad, igualdad, fraternidad". Las vive hondamente. Y ahora, el 11 de mayo de 2.002, dio testimonio de ello (según publicación hecha en "La Revista" de "El Espectador") durante el citado congreso. Obviamente tenía que referirse a la violencia en Colombia. Dijo: "Desde que nací he visto poblaciones masacrarse entre sí por ideologías bien orquestadas que las han lanzado las unas contra las otras... las guerras civiles han salido de Europa y la han cobijado entera... y luego al mundo.". "Asistí a la construcción de una Europa fraterna... Aplaudí las iniciativas de América Latina que quiere aportar a los hombres y mujeres de estos países, la salud, la educación, el conocimiento y la alegría de poder establecer la Declaración Universal de los Derechos Humanos". Se aterra porque ahora ellos han sido sustituidos por la violencia y el terror. "¿Hay, acaso, un colombiano libre y de buen sentido que no sepa señalar como malhechor a aquel que roba el bien del prójimo, o las riquezas de su país, aterrorizando a una población que debe, por lo mismo, huir abandonándolo todo?... Nos hemos encontrado aquí para decir: ¡Ya basta". "Colombianos: puedo si confirmarles es que tres cuartos de la humanidad se levantan hoy para hablar de otra manera". (Aquí si no estoy de acuerdo porque hoy, más que nunca, "el hombre es lobo para el hombre"). Cuántas guerras, cuántas amenazas, cuántas bombas atómicas, cuánta inseguridad. Cierto si es que "la peor desgracia del mundo en este momento es que no ha sido jamás tan difícil distinguir entre los destructores y los constructores, porque jamás la barbarie ha dispuesto de medios tan potentes para abusar de las decepciones e ilusiones de la humanidad", dijo François Mitterand. Leonor Uribe de Villegas
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