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Este 2.000 que llegó con jubileo y todo, fuera de ser bisiesto nos
deja expectantes por las elecciones que habrá en casi toda América,
la angloparlante (Dios aleje a Bush) y la hispanoparlante.
En esta Colombia convulsa hasta se pensó cerrar el Congreso
y éste también propuso revocar el mandato al Presidente.
Cómo me sonrojo cada vez que Clinton habla de nuestro país
como la primera democracia de América Latina. Quizás lo sea
pero, de pronto, ahora, necesitamos mano dura para acabar por siempre la
violencia de 50 años.
Este año, acá tendremos, si no ocurre algo fuera de control,
elecciones para los llamados "cuerpos colegiados": Senado, Cámara,
Asambleas, Concejos Municipales. El presidente tiene otros dos años
de mandato.
En la América Latina las elecciones que se esperan con más
expectativa son la mejicana, la peruana que parece definida con reelección
de Fujimori, la venezolana no cuenta porque el Presidente Chávez
se autoreelije y ya hay algunos presidentes nuevos.
Méjico, el 2 de julio, puede y debe causar una sorpresa: el
cambio del PRI que ya lleva 71 años en el poder. Es simpático
su presidente actual, Ernesto Zedillo. En reciente reunión de 15
gobernantes de América Latina en nuestra bella Cartagena, fue quien
más me gustó, por serio, sencillo y simpático, sin
alborotos caribeños.
En Lecturas Dominicales de "El Tiempo" de Bogotá publica Mario
Vargas Llosa un interesante artículo sobre las próximas elecciones
mejicanas. Hay seis candidatos pero se refiere más ampliamente,
este escritor peruano, a Vicente Fox el candidato del PAN (Partido Acción
Nacional). Los mejicanos son católicos practicantes pero se dan
sus ínfulas de radicales, independientes de la iglesia como lo ha
sido el PRI. Fox es católico y lo tachan de conservador; un gigante
con casi dos metros de altura, escaló posiciones en Coca-Cola de
Méjico hasta llegar a la gerencia. Dice Vargas Llosa que cree en
él, que sabrá respetar la condición de Estado Laico
del país, y que conviene sacudirse al PRI, que es un partido corrupto
y ha sido de derecha, centro e izquierda según le convenga. ¿Volverá
a ganar a pesar de todo ese lastre?
Leonor Uribe de Villegas
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