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Releyendo viejos apuntes me sorprendí con la letra bonita con que
estaban escritos, la claridad de la misma. Y era mía, pero antes
del coma que me dejó el legado de la neuropatía periférica,
aún persiste en las piernas pero mejorada en la mano derecha, la
cual por un tiempo estuvo inútil.
Hace cinco años estuve en esos retiros en donde los conferencistas
eran un sacerdote del Opus Dei y las numerarias -¿monjas laicas?-
que son muy ilustradas.
Obviamente se repasan los mandamientos, comenzando por "amar a Dios
sobre todas las cosas". Me puse a recordar una conferencia más reciente
del Padre Cipriano, en las cuales cada semana de estas últimas hemos
venido estudiando las distintas religiones. En una anterior habíamos
hablado sobre el cristianismo, definido por su dogma, moral, culto y oración.
Estas notas últimas hablan de los Mormones, La familia (antes
los niños de Dios) y los testigos de Jehová. En la primera,
Smith el fundador, murió asesinado por polígamo cuando una
de las primeras normas era la monogamia. Se aterra uno de la necesidad
de creer en algo. Se aferran los seguidores a textos y mandatos tan poco
sustentables. Matan al fundador pero lo sigue Young, quien tendrá
27 esposas. Se estableció en Utah y fundó a Salt Lake City.
Teoría y praxis se caen solas.
Peor es esa religión llamada "Los niños de Dios". Un
"hippismo" elevado al cubo. "Mo", el fundador (Moisés) se cree poseído
por el Espíritu Santo, por lo tanto es poseedor de la verdad total.
Poligamia y aún incesto son permitidos. Se inicia a los niños
en el sexo a los 6 años. Los "hogares" o "colonias" no pueden pasar
de 12 personas. ¡El horror!
Y de los Testigos de Jehová ni hablemos. Son ya varios millones.
Tienen la más poderosa red de medios de comunicación y de
palabra o por escrito entran a todos los hogares.
Acá en Colombia y aquí en Cali hay "Salones del Reino"
(sus sitios de reunión) por todas partes. Grupitos bien entrenados
van a las casas a "vender" su religión y regalan sus impresos de
propaganda. Están en 180 países y escriben en todas las lenguas;
son multimillonarios estos no cristianos, que llaman a la iglesia católica
"la gran ramera". Dios los perdone.
Leonor Uribe de Villegas
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