Julio 4 de 2.000
AUNQUE USTED NO LO CREA

Así, como para Ripley, son las cosas que pueden suceder a nuestro alrededor. Primer caso: ¿Cree usted que puede haber resentidos sociales entre los empleados de la Embajada o el Consulado de los Estados Unidos en Colombia? La respuesta sería no. Ellos, que vienen del país más poderoso, es imposible que nieguen visas a ricos de esta Colombia subdesarrollada.
Pero sí. Eso le pasó a una nieta mía y su prima. Se fueron las dos solas de Cali a Bogotá, a solicitar las visas de estudiantes de universidades de Washington. Llevaban todos los documentos que necesitaban, según lista que les habían suministrado.
A mi bella muchachita la atendió una mujer rubia y a su prima un hombre y había otro. Tres personas para atender unas filas enormes. Con razón su mal genio, que estalló en las dos jovencitas. La rubia insultó a mi nieta y no creyó en la validez de los documentos que llevó, ni tampoco en los extractos de bancos colombianos pues le negó la visa y le aconsejó que el papá vendiera alguna propiedad porque no la iba a poder sostener en la universidad en donde ya tiene cupo. Igual le pasó a la prima con el otro empleado.
Las niñas protestaron y les dieron cita para la semana siguiente. El papá pidió un extracto bancario a un banco gringo en donde tiene su cuenta hace años los mismo que su padre. Para comprobar que la empleada obró con resentimiento baste saber que esa familia (que no es la mía) es dueña de plantaciones de caña de azúcar y un ingenio azucarero.
Mr. Curtis Kamman el embajador de USA en Bogotá recibirá copia de este artículo que le haré llegar. ¿Obran con patanería sus empleados, "motu propio" o tienen alguna orden superior? Porque en igual forma han tratado otras niñas de familias conocidas por su tradición de gente ejemplar en esta ciudad. A pesar de que en Cali hay muy buenas universidades los estudiantes que pueden emigrar lo hacen, debido a la creciente inseguridad que existe causada por los criminales guerrilleros, asesinos y secuestradores. Nos apena que los jóvenes se tengan que ir pero la búsqueda de seguridad los obliga. Tienen la ventaja de hablar buen inglés pues estudiaron en colegios bilingües. La injusticia y la humillación no son fáciles de aceptar.
Dios perdone a las tres neuróticos.
 Leonor Uribe de Villegas
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"La injusticia y la humillación no son fáciles de aceptar "
 
 
 
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