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Así, como para Ripley, son las cosas que pueden suceder a nuestro
alrededor. Primer caso: ¿Cree usted que puede haber resentidos sociales
entre los empleados de la Embajada o el Consulado de los Estados Unidos
en Colombia? La respuesta sería no. Ellos, que vienen del país
más poderoso, es imposible que nieguen visas a ricos de esta Colombia
subdesarrollada.
Pero sí. Eso le pasó a una nieta mía y su prima.
Se fueron las dos solas de Cali a Bogotá, a solicitar las visas
de estudiantes de universidades de Washington. Llevaban todos los documentos
que necesitaban, según lista que les habían suministrado.
A mi bella muchachita la atendió una mujer rubia y a su prima
un hombre y había otro. Tres personas para atender unas filas enormes.
Con razón su mal genio, que estalló en las dos jovencitas.
La rubia insultó a mi nieta y no creyó en la validez de los
documentos que llevó, ni tampoco en los extractos de bancos colombianos
pues le negó la visa y le aconsejó que el papá vendiera
alguna propiedad porque no la iba a poder sostener en la universidad en
donde ya tiene cupo. Igual le pasó a la prima con el otro empleado.
Las niñas protestaron y les dieron cita para la semana siguiente.
El papá pidió un extracto bancario a un banco gringo en donde
tiene su cuenta hace años los mismo que su padre. Para comprobar
que la empleada obró con resentimiento baste saber que esa familia
(que no es la mía) es dueña de plantaciones de caña
de azúcar y un ingenio azucarero.
Mr. Curtis Kamman el embajador de USA en Bogotá recibirá
copia de este artículo que le haré llegar. ¿Obran
con patanería sus empleados, "motu propio" o tienen alguna orden
superior? Porque en igual forma han tratado otras niñas de familias
conocidas por su tradición de gente ejemplar en esta ciudad. A pesar
de que en Cali hay muy buenas universidades los estudiantes que pueden
emigrar lo hacen, debido a la creciente inseguridad que existe causada
por los criminales guerrilleros, asesinos y secuestradores. Nos apena que
los jóvenes se tengan que ir pero la búsqueda de seguridad
los obliga. Tienen la ventaja de hablar buen inglés pues estudiaron
en colegios bilingües. La injusticia y la humillación no son
fáciles de aceptar.
Dios perdone a las tres neuróticos.
Leonor Uribe de Villegas
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