Julio 3 de 2.001
EJEMPLOS FORTALECEDORES

De las lecturas de este "puente" (llamamos así a 3 días festivos seguidos, sábado, domingo y lunes) me sentí enriquecida por el ejemplo de dos seres bien disímiles: un sacerdote y una mujer aguerrida.
En "La Revista",  magazín dominical de "El Espectador", diario de Bogotá, encontré la historia de un sacerdote ugandés, quien se vino desde la lejana África a trabajar por otros seres tan discriminados como los de su raza negra, los indígenas.
El se llama Peter Ssekajugo Lusozi y nació hace 35 años en Masaká, Uganda. Desde hace seis meses este bien plantado sacerdote es el párroco de Tacueyó, al norte del departamento del Cauca, vecino a nuestro Valle del Cauca. Tiene 11 hermanos en su país, tan pobre o más que el nuestro. De Idi Amín Dada, todo el mundo oyó hablar. Un dictador más malo que Caín. Más de un millón de muertos, medio millón de lisiados y dos millones de desterrados fue su trágica herencia.
El padre Peter estudió en Kenia Filosofía y se vino a Colombia; en Bogotá hizo 3 años de teología y ya listo para el sacerdocio se ordenó en su tierra y volvió a la misión de la Consolata con la cual trabaja, bajo la dirección del obispo de San Vicente del Caguán (zona de "despeje" dicen que es pero no lo es) monseñor Francisco Javier Múnera.
Peter habla buen español y así no tiene problemas de comunicación con las tribus indígenas con las cuales trabaja. Ellas lo quieren y respetan. Es un buen aficionado al fútbol y juega con los indios. Dios lo bendiga por su labor.
...

En la Cámara de Representantes, en Bogotá, estaba en discusión un proyecto de ley de seguridad y defensa que, según comentan, dejaba en manos del ejército buena parte de la administración de justicia, la cual compete a la rama jurisdiccional.
Había más partidarios que opositores pero cuando menos se pensó intervino una mujer joven, inexperta en esas lides pues se había dedicado a ejercer su profesión de enfermera, María Eugenia Jaramillo. Venía del Vaupés, del corazón de la selva amazónica en donde vive desde 1.981. Es nacida en el departamento de Caldas.
Trabajaba con 23 grupos étnicos, con 92% de población indígena. Medicina y sacerdocio, dos profesiones que se prestan para servir a la humanidad. Y si se tiene poder político, el servicio es bien efectivo. Nuestra joven enfermera tumbó el proyecto de ley que no era bueno para la comunidad y así en Colombia supimos de la existencia de una valiosa mujer.

Leonor Uribe de Villegas
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"se vino desde la lejana África a trabajar por otros seres tan discriminados como los de su raza negra, los indígenas"
 
 
 
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