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¿O tal vez antes que la dinamita lo peor fue la creación
del hombre, "lobo para el hombre"? Desde el comienzo de la existencia ésta
se ha defendido con la agresión contra el otro. Caín y Abel
nos llevan ya a un mundo más "desarrollado", digamos, comparado
con el primer ser viviente surgido de la evolución del mono cuando
ya está erecto.
Vida o muerte es lo que ha regido y regirá las costumbres de
los humanoides, porque de humanos -cuerpo y alma- si que hemos perdido.
Como un ejemplo se me viene a la memoria el gordo Diego Maradona, vulgar
consumidor de droga y famoso futbolista, faltándole al respeto a
nadie menos que al Santo Padre. El mundo va por camino de perdición.
Oigo noticias, recibo cartas, todo no es más que violencia.
Acaban de poner un carro bomba en la plaza principal de Madrid (son las
6:00 a.m. en Colombia) y eso fue hace 7 horas) frente al conocido almacén
El corte Inglés. En este mismo día , 12 de julio, las FARC,
la más antigua guerrilla colombiana, acaba de destruir un pequeño
pueblito en el departamento del Huila, también con bombas. Acto
de barbarie de quienes no respetan los derechos humanos, pero se sigue
hablando, con esos bárbaros, de paz.
En otra parte del mundo, en las Islas Molucas, en Indonesia, en África
y Asia, la situación es similar. Son guerras civiles.
En este momento pasan sobre mi casa helicópteros de las Fuerzas
Armadas que irán a algún lugar asaltado. Me asusto, pero
ya no tanto.
Las guerras en oriente tienen mucho de contenido religioso, quieren
acabar con los cristianos.
Qué horrible situación la de los indonesios que son más
de 220 millones, con ingresos, la mayoría de la población,
equivalentes a un dólar americano diario. Nos imaginamos la horrible
aparición de cabezas plantadas en cañas de bambú y
los cuerpos decapitados arrastrados por las calles. Detestan a los que
emigran a sus islas. En Yakarta un complejo cristiano, con colegio, hospital
y centro de ayuda a drogadictos fue totalmente detruido alegando que allí
lo que se pretendía era convertir a los musulmanes en cristianos.
Evidentemente la violencia está en todas partes.
Leonor Uribe de Villegas
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