Febrero 5 de 2.002
EL IMPACTO DEL CONFLICTO ARMADO

Sobre los habitantes de un país, no tiene límites. Día a día más muertes, más destrucción y, obviamente angustia, desesperanza, pavor.
En Colombia, próxima a tener elecciones para corporaciones públicas en marzo y para presidente de la República, en mayo, vivimos una época pre-electoral saturada de violencia, acrecentada por los guerrilleros, esos farsantes que se sientan a las mesas de diálogo aquí y en el exterior y todo ese bla, bla, bla se acompaña de asaltos a poblaciones indefensas. El último caso fue tirar contra una humilde casa una bicicleta con una bomba que estalló, mató una niña e hirió  a su madre y hermanos.
El diario "El Espectador" publicó el día 4 un largo reportaje hecho al candidato liberal independiente (el mío) Dr. Álvaro Uribe Vélez, quien anima a la rebelión contra los terroristas y no más diálogos inoperantes. Su propuesta es: "mano fuerte contra la politiquería, contra la corrupción y contra la violencia; corazón grande en favor de los pobres. La mano firme no es guerra, es la autoridad del Estado, garantía de paz, freno a la violencia; cuando se disuaden los violentos, ahí se toman el diálogo en serio".
"Antes que candidato presidencial soy padre de familia y pertenezco a ese 50% de las familias colombianas enlutadas por esta violencia. ¡Qué bueno que haya paz ya! ¡Urgente!, para poder hablar de educación, de salud, de empleo, de reformas políticas, de cómo vamos a derrotar la corrupción".
Han ofrecido una tregua, a 48 días de las elecciones, mientras tanto han seguido asesinando. ¿Por qué esperar hasta el 7 de abril? ¿Por qué continuar con la zona de distensión?
Yo me pregunto: ¿Quién va a juzgar a Andrés Pastrana por este pésimo gobierno que ha hecho? Dice Uribe que: "Mao Tse-Tung expresaba que las zonas liberadas son la retaguardia de las guerrillas, que les dan el apoyo económico, de entrenamiento, de preparación y que sin esas zonas liberadas (estilo el Caguán) los guerrilleros no pasan de ser pintorescos e ineficaces, como en la vieja tradición china".
Para que haya una negociación de paz con Uribe Vélez, lo primero es la cesación del fuego; que haya una veeduría internacional en el Caguán y que haya una plazo prudencial para el desarme y la desmovilización. No, no les gustará a los farcos condición ninguna. Años y años de lucha, de tráfico de armas y de droga, de enriquecimiento, no los dejarán así no más. Ya lo veremos.
Leonor Uribe de Villegas
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"mano fuerte contra la politiquería, contra la corrupción y contra la violencia; corazón grande en favor de los pobres"
 
 
 
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