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Han tenido un auge en los últimos años que hace que alcancen
un 50% de los tratamientos para todas las enfermedades. En los Estados
Unidos cada día se abren mas expendios de medicina natural
pues se cree, y es cierto, pues si ellos no hacen bien, tampoco hacen ningún
mal.
La electroacupuntura, la digitopuntura, la medicina natural china,
la auriculomedicina, la iriología, etc. son las formas mas conocidas
de esta medicina biológica. Los médicos jóvenes y
hasta los mas ortodoxos sienten que vale la pena adicionar a sus conocimientos
tradicionales estas diversas formas de curación.
Las conozco bien y puedo afirmar que si he sobrevivido más de
cuarenta años al contagio de la hepatitis C a través de una
transfusión, mucho se debe a los tratamientos que me han hecho médicos
colombianos y alemanes, estos los mas avanzados en esta ciencia.
¿Saben dónde escribo ésto? Aquí en el Centro
de Medicina Biológica, sentada en la sala en donde se hace la electromedición
a través de un dermatrón electrónico, conectado a
un computador.
Antes, con el primer modelo, me había hecho una el inventor
de este aparato, el famoso médico alemán Reinhold Voll.
Miro todo esto y los nosodes que se usan para completar el diagnóstico
y regreso con mi mente a ese pueblito cercano a Stuttgart donde él
vivía. ¡Qué cantidad de nosodes me formuló!
Los nosodes son preparados que se hacen de tejidos de bacterias, de
virus, atenuados y diluídos y dinamizados para activar las cargas
eléctricas.
Me ordenó 40 centímetros cúbicos en cada muslo,
subcutáneos.
Mi esposo me los ponía. Se formaban unas masas grandes que rápidamente
se absorbían. El tratamiento fue tan bueno que duré mucho
tiempo con las pruebas hepáticas en índices normales. ¡Loado
sea Dios! Aquí sigo, El dirá hasta cuando.
Leonor Uribe de Villegas
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