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Enero 25 del 2.000
ASCETISMO VS. CORRUPCION
No es fácil hoy predicar el primero en un mundo en donde la corrupción
se extendió en tal forma que casi ni nos sorprendemos cuando se
habla del enriquecimiento ilícito de gobernantes del primero al
tercer mundo.
Literalmente ascetismo es la doctrina que prescribe una vida austera,
como la renuncia a todas las cosas terrenas, a los placeres de los sentidos
y la resistencia al dolor físico. Ser asceta, obviamente, es algo
difícil, casi para santos. ¡Pero que bueno es para el alma
y para el cuerpo el intentarlo!
La corrupción es el daño, la podredumbre de todo cuanto
puede corromperse, un fruto, un ser humano. Y en los últimos años
ha sido un mal tan extendido que son pocos los gobernantes, los administradores
de la "cosa pública" , que no han sido acusados de concusión
y los varios nombres dados al abuso con los dineros que son del pueblo,
cuyo uso tiene destinación específica.
No es sino que "la hierba crezca y de fruto"como dice el Evangelio,
o sea que un pueblo determinado empiece a salir del subdesarrollo para
que surja la "cizaña". ¿ Qué tal esa cizaña
llamada Helmut Kohl ? ¿O los funcionarios colombianos, quienes además
tuvieron la tentación de recibir dineros de los narcotraficantes?
Esas fortunas enormes que aparecen de la noche a la mañana son corruptas,
no cabe duda.
Qué fácil es, para las almas débiles , que el
mal despunte ante el bien, como la cizaña dentro del trigal. Tenemos
que vivir vigilantes para que el contagio de la corrupción no nos
llegue, y es fácil caer cuando las dificultades de la vida arrecian
y se hace a Dios a un lado.
Hay que estar vigilantes, también, para que el orgullo no nos
haga imitar al fariseo aquel que le decía al Señor:
"Te doy gracias , oh Dios, porque yo no soy como los demás hombres".
Nos debe bastar la satisfacción de nuestra propia conciencia y la
sencillez y plenitud de vida para mostrar al mundo que la corrupción
es un mal que terminará por exterminarse a si misma.
Leonor Uribe de Villegas
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