Enero 21 de 2.002 |
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Hasta el 20 de enero a la media noche se esperaba el acuerdo definitivo, pues en ese momento se vencía el plazo para dejar la "zona de despeje". Se firmó dizque un "cronograma" que eleva hasta el 7 de abril el derecho a la zona para firmar la tregua, pero no he visto ningún pacto para cesar la violencia. La cual, por cierto, se acrecentó en los últimos días cuando los terroristas dejaron muertos y heridos militares y civiles, hasta a un sacerdote, pueblos destruídos, puentes y torres transmisoras de energía. Ante este cuadro no entendemos cómo se aceptó firmar un acuerdo. Los extranjeros, quizás muy ilustres y capacitados ciudadanos no están como nosotros los colombianos ahítos de violencia, cuyo fin es lo único que ansiamos. Sabemos que sólo un ejército bien armado puede lograrlo. El candidato para la presidencia, el único que tiene carácter firme dice que: "es una tristeza que se prorrogue la zona de despeje sin cese de hostilidades y veeduría internacional. A la arremetida terrorista de las FARC en la última semana se le da como premio la prórroga de la zona de distensión. El cese de hostilidades, incluida la suspensión de secuestros y la liberación de secuestrados, debió ser una condición de aplicación inmediata, porque someter a negociación el cese de hostilidades es como someter a negociación la vida y la libertad de los colombianos. El acuerdo es otro paso del proceso de entrega del país a las FARC. ¿Qué va a pasar con la vida y la libertad de los colombianos entre hoy y el 7 de abril?" Leonor Uribe de Villegas
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