Enero 10 de 2.002
PINCELAZOS INTERNACIONALES

Resultan de ver la televisión. El invierno es atroz por todas partes. Observo a Moscú en donde hay pobres destechados como acá, alcohólicos congelados, salvados por esa maravillosa institución internacional llamada "Médicos sin Fronteras".
España tiene nieve hasta en sitios donde nunca antes nevó. No hablemos de los pobres afganos, caminando por esas montañas nevadas, hambrientos, sin futuro. Aunque a veces nos moleste el exceso de calor (hasta 35° centígrados el más fuerte) aquí en Cali, Colombia, es preferible a los -7°C en Moscú. El clima influye en todas las decisiones que se toman, sean las que sean.
Caliente está la situación entre judíos y palestinos, entre India y Pakistán; cuatro muertos ayer, de los primeros y dos de los segundos. Había un alto al fuego propuesto por Arafat y se rompió. Los colombianos no hemos podido que se produzca ese cese por parte de las guerrillas. Mantenemos un diálogo de más de tres años y todo ha sido puro bla, bla, bla.
Nos indigna todo ese juego sucio como sentimos rechazo por una de las últimas medidas del presidente Bush: el envío a Guantánamo, que es de Cuba, de presos talibanes.
Esa invasión a la isla es algo que en América Latina rechazamos por tratarse de puro imperialismo. Simplemente, con esa medida, USA está extendiendo su guerra a nuestras costas. Hemos estado de su lado todo este tiempo y nos molesta que se les hayan escapado Bin Laden y el jefe talibán Omán. Pero una cosa es una cosa... Como decía un político nuestro. Y otra cosa es otra cosa. Un molesto vecino es, sin duda, el presidente venezolano, ese chafarote Hugo Chávez. ("chafarote" llamamos al militar desfachatado). No nos quiere a sus vecinos colombianos, ni al resto de hermanos latinoamericanos que no tenemos tendencias comunistoides. Su figura de sargentón, su pésimo castellano repelen.
Que Dios nos perdone. Fidel Castro al lado suyo parece un "lord". Son bien amigos. Pero sus países van mal, como todos acá, así nuestro presidente sea un "señoritico" conservador.
Mejor no sigo. ¿Con qué derecho me convierto en juez? Solo soy una abogada liberal, setentona, paciente sufridora de una neuropatía periférica. No tengo cura, como tampoco la economía.
Leonor Uribe de Villegas
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"Esa invasión a la isla es algo que en América Latina rechazamos por tratarse de puro imperialismo"
 
 
 
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