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Diciembre 9 de 1999
LAS NAVIDADES DE ANTES Y DE AHORA
Al decir antes estoy hablando de sesenta y pico años atrás.
Al decir antes me refiero a unos padres de 13 hijos, solamente tres hombres.
Al decir antes esas navidades y otras posteriores ocurrieron en un
pueblo pequeño, en donde los vecinos si practicábamos la
vecindad, todos nos conocíamos y no teníamos temor de que
alguien nos hiciera daño.
Al decir antes recuerdo a la hermana mayorcita que nosotras, las gemelas,
cuando un 24 de diciembre nos dijo: " ¿Saben que no es
el niño Dios el que trae los regalos sino que es mi papá
? no nos durmamos temprano que él va llegando entre nueve y diez."
Y así fue que vimos entrar un bulto conocido y en la oscuridad observamos
al papá colocando paquetes debajo de las tres camas.
¡ Qué triste es acabar con las creencias infantiles o
en cualquier edad de la vida!. No comprendíamos como el Niño
Dios se dejaba reemplazar así no más. ¿ Y de los villancicos
qué ? "Naina, nanita nana, nanita ea / Mi Jesús tiene
sueño, bendito sea, bendito sea" Si, Jesús se quedó
dormido y el papá tuvo que entregar los regalos en su nombre. Vale
la pena conservar esa ilusión.
Hoy en algunos hogares se conserva la tradición. Los jóvenes
padres se preocupan por hacer el pesebre y cantar los villancicos navideños,
pero son pocos. El "Merry Christmas " reemplazó a la " Feliz Navidad"
y aún los que no hablan inglés la desean así, en "spanglish"
, igual que el famoso "Happy New Year".
Cuando ya madura me tocó escuchar esos saludos gringos, confieso
que me molesté bastante. ¿ No es más bello idioma
el español, más completo que el inglés, así
éste se haya extendido más porque es muy comercial su uso
?
Antes no existía más adorno navideño que el pesebre.
Se competía en los hogares por tener el más grande, el más
adornado y con más figuras pero no era sólo por decoración
que se hacía sino para rezar, en familia, la Novena del Niño
Jesús a quien se esperaba con tanta ilusión.
Hoy está el árbol de navidad, pinos que en ciertos lugares
nuestros no se consiguen o está prohibido tumbarlos, Pero eso no
importa, sacrificamos su olor, característico, por uno artificial
. El todo es que tenga hartas luces y colgandijos.
Todo viene, todo pasa, todo se olvida....
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Leonor Uribe de Villegas
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