Diiciembre 20 de 2.001
CADA DÍA MÁS DOLOR E INDIGNACIÓN...

Sentimos en esta patria, Colombia, que no puede más con la carga de violencia. Manifestada ésta en múltiples formas: con asesinatos, secuestros, desafíos al gobierno y a las Fuerzas Armadas, y la más dolorosa, la ejercida contra los niños.
Es mucha la insensibilidad de estos guerrilleros para quienes los menores no importan, salvo si les son útiles para enseñarles a manejar fusiles y enviarlos como carne de cañón adelante de la guerrilla.
Algo inconcebible para cualquier mente humana sana. Sirven desde los 10 años para arriba, niñas y niños. Las adolescentes son abusadas, y sufren hambre todos, quienes en malas condiciones físicas deben andar por montes y cañadas.
Sólo en Afganistán he visto menores en labores de guerra. Pero los colombianos vemos impasibles, sobre todo el gobierno, que esto sucede. Un solo hecho, aislado, nos ha hecho llorar solidariamente, el 18, cuando murió el niño de 12 años de un cáncer que se fue extendiendo por su cuerpecito desde que tenía un año de nacido.
Hijo de José Pérez, un cabo de la Policía que fue secuestrado hace dos años, Andrés Felipe pidió en vano a las FARC que le dejaran ver a su padre antes de morir. Manuel Marulanda, el jefe de esas guerrillas, mostró con su actitud de negativa del permiso, todo lo que es: un asesino sin Dios ni ley, quien mata desde 1.948.
La madre lo cuidó con amor todos los días de esa dolorosa y corta vida. Llorando dijo doña Francia que Dios se encargará de hacer justicia, no sólo a los guerrilleros sino al Presidente y mandos del país, quienes no fueron capaces de ayudarlos.
Todos los colombianos sentimos dolor y rabia. No hay a quien apelar. Cada uno es responsable de lo que aquí sucede, ya sea por acción , ya por omisión.
El 18 fue llevado a velar en las instalaciones de la policía en Buga y el 19 fue su entierro. Colocaron el ataúd en el centro de la plaza que hay frente a la Basílica del Señor de los Milagros, una imagen muy milagrosa de Cristo crucificado. En ninguna iglesia hubiera cabido la multitud que acompañó el pequeño féretro. Gentes de Buga y del país entero. Todos los que aún no nos hemos hecho insensibles.
Leonor Uribe de Villegas
Envíe líbremente sus comentarios al e-mail:
[email protected]
 Perfil | Artículos | Comentarios
 
"Un solo hecho, aislado, nos ha hecho llorar solidariamente"
 
 
 
Hosted by www.Geocities.ws

1