Diciembre 19 de 2.000 |
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Esta lectura de San Mateo nos removió la molestia que sentimos hacia quienes desde el Congreso legislan casi exclusivamente para cobrar nuevos tributos o aumentar los existentes. Y subirse los salarios. O hacen negociados con los cuales aumentan sus millones. ¡Cómo ha crecido la corrupción en el manejo de los bienes públicos! No sólo ha aumentado acá, en Colombia, sino en muchos países del mundo. No pasa día sin que leamos que en tal o cual país latinoamericano, o africano, o asiático y en Europa misma, de presidentes para abajo se aprovechan de sus posiciones. Desmoraliza ver que los castigos no sean acordes con los delitos. Sin embargo, leo en primera plana de "El Tiempo" de Bogotá, las respuestas dadas a esta pregunta: "¿Dios oye nuestros rezos?" Y un sondeo revela que la mayoría de los encuestados creyentes cree que las oraciones si pueden ablandar a los secuestradores e influir en sus vidas. Se sabe que el Santo Rosario es el consuelo de los secuestrados. Así lo han afirmado muchos que retornaron a sus hogares. La misa es el apoyo de los familiares y la unión estrecha entre quienes son víctimas de este horrendo crimen. De ahí resultan las grandes manifestaciones de pueblos enteros que llevan chaquetas y pancartas que dicen: "NO MAS". ¿Oye Dios las plegarias de los colombianos? Sí; en muchos casos más rápido que en otros. No importa si se es católico o creyente de otra religión. El milagro es que aumenta la fe en Dios en medio de la crisis total que padecemos. Leonor Uribe de Villegas |
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