Diciembre 18 de 2.001
DIOS MIO: ¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ PASANDO?

Este interrogante nos lo hacemos, día a día, al leer la prensa, escuchar noticias y verlas, en forma más dramática, en la televisión.
Creemos que la única violencia es la que azota nuestra tierra y nos encontramos que bien lejos de Colombia hay terrorismos iguales o peores, hay crímenes, y que desde adolescentes se involucran en asesinatos, atracos, robo a mano armada. En fin, subversión.
La paz se acabó por la ambición de poder que tiene el hombre, ese descendiente de Caín, porque no alcanzó a haber de Abel. La violencia física y sicológica campea por el mundo.
La conclusión lógica es la angustia diaria por la inseguridad propia y de hijos y nietos.
Estos últimos no conocieron qué es vivir en paz. "Cuidese mijo" es la recomendación que se les hace a toda hora. Porque en el momento y lugar más inesperado surge el enemigo a quien ni siquiera conocíamos.
El 16 de diciembre comienza la Novena de Navidad o de Aguinaldos. En mi lejana juventud se apostaban éstos, con amigos o parientes: hablar y no contestar, pajita en boca, golpe en la espalda, etc. Eran formas de diversión sanas; el que ganara debía recibir lo apostado, cualquier regalo. Y en las tardes se rezaba en familia, frente al más bello pesebre que pudiera hacerse, los nueve días de la novena - 16 a 24, inclusive- en donde pedíamos los regalos que ansiábamos (de acuerdo con la capacidad económica de la familia y el número de hijos y en mi casa éramos 13).
¿Cuántos niños de hoy tienen esos hermosos recuerdos? "Gloria a Dios en las alturas, y paz a los hombres de buena voluntad" decían las cintas grandes que se colocaban sobre los altares. Se le salen a uno las lágrimas al ver niños de la guerra (los nuestros, los de Afganistán, Israel y Palestina, el Medio y Lejano Oriente) pidiendo un mendrugo de pan.
"Esto se acabó", decía mi padre a quien le tocó vivir la violencia política en nuestro pueblo, Tuluá, en el Valle del Cauca. Que tal si fuera testigo de que ese mismo Manuel Marulanda, "Tirofijo", sigue dando guerra desde el 48 allá, hasta hoy, siendo jefe de las FARC, ya bautizados como terroristas pero protegidos por este gobierno endeble y su poderoso socio los Estados Unidos. Si, papá, esto se acabó.
Leonor Uribe de Villegas
Envíe líbremente sus comentarios al e-mail:
[email protected]
 Perfil | Artículos | Comentarios
 
"La paz se acabó por la ambición de poder que tiene el hombre, ese descendiente de Caín, porque no alcanzó a haber de Abel."
 
 
 
Hosted by www.Geocities.ws

1