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Diciembre 14 de 1999
TODO A SU TIEMPO
Cómo es de valioso el tiempo cuando se van acortando los días.
Es en diciembre, con todo su trajín adicional, cuando más
se sienten las limitaciones físicas, emocionales y hasta mentales.
¡Hay tanto que leer y no alcanza el tiempo y la vista a ratos no
ayuda!
Por eso es tan oportuno leer a Cohelet, hijo de David, rey de Jerusalén
cuando dijo en el Eclesiastés que es inútil preocuparnos
por "lo que pasa una generación y viene otra, pero la tierra permanece
para siempre... todo es vanidad de vanidades.
La verdadera virtud está en saber cuándo y cómo
hacer las cosas. "Todo tiene su momento y todo cuanto se hace debajo del
sol tiene su tiempo. Hay tiempo de nacer y tiempo de morir; tiempo de plantar
y tiempo de arrancar lo plantado... tiempo de abrazarse y tiempo de separarse;
tiempo de buscar y tiempo de perder... tiempo de amar y tiempo de aborrecer;
tiempo de guerra y tiempo de paz".
¡Dios misericordioso! ¿Hay paz alguna vez?
¿Por qué transcurre nuestra vida en medio de la violencia
y la inseguridad? ¿Por qué los colombianos, los campesinos
armados con armas mortíferas matan a los pobres campesinos que viven
en pueblos y veredas y están indefensos? ¿Qué locura
se apoderó de Colombia hace medio siglo y el tiempo de la guerra
entre hermanos parece no tener fin?
Si todo tiene su tiempo, oh Señor, haz que pasemos esta navidad
en paz. Escucha los gritos de más de 10 millones de colombianos
que hace poco salimos a gritar por todos los pueblos y ciudades "No más".
Queremos que los guerrilleros terminen de matar; que los narcotraficantes
de todas las raleas y nacionalidades se vayan de este país. Y que
a él vengan quienes si puedan terminar con este caos que anímicamente
nos está destrozando a todos.
Hay tiempo de amar, Señor, pero ya no sabemos qué es
AMOR.
Leonor Uribe de Villegas
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