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....ángeles y querubines dicen Santo, Santo, Santo. Son el Coro
Celestial que cantan incesantemente ante el trono del Señor.
Como son espíritus puros no los vemos sino representados en
las estampas con sus bellas caras y las grandes alas. En este tiempo en
que se aproxima la Navidad los vemos más frecuentemente y los recordamos
guardando el pesebre en donde reposó el Niño Dios y estando
pendientes de la Virgen y San José.
Con el transcurso de los años nos conmovemos más al recordar
a la madre preocupada por hacernos a sus hijos el pesebre más
grande, con más figuras cada año . O cuando nuestras dos
hijas gozaban al ver a su papá, ingeniero, construir cascadas cuyas
aguas caían a través de ruedas giratorias. Las casitas todas
con sus luces .
Hoy el árbol de navidad ha desplazado el pesebre pues es más
decorativo, se arregla fácil y en los pequeños espacios que
quedan en las viviendas o apartamentos de ahora caben mejor. Los viejos
insistimos en abrir espacio para ambos, así a los nietos no les
importe y poco crean en el ángel de la guarda.
¿A un angelito le gustará venir a la tierra para cuidar
a niños díscolos ? No todos lo son, pero como dicen las madres
de hoy "nacen aprendidos". Claro, todo es por culpa de los medios de comunicación
que entran a las casas causando verdadera conmoción en ellas y en
esas mentes no maduras aún.
Decimos al rezar: "Creo en lo visible e invisible". Los ángeles
saben que fueron creados por Dios y hasta Israel, anterior a Cristo, sabe
que tiene un ángel que lo cuida. Ellos se aparecen ante Jesús
en los momentos trascendentales de su vida: nacimiento, muerte, resurrección
Pidámosle a nuestros ángeles que medien para que conservemos
la fe. Esa fe grande que nos una y como una y sola voz digamos: "Paz a
los hombre de buena voluntad. Que cesen las guerras y los secuestros, que
Colombia, en el nuevo milenio recupere la paz que perdió hace cincuenta
años." Amén.
Leonor Uribe de Villegas
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