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No para los colombianos. Son las 6:30 a.m. de este día y desde hace
rato escucho las noticias con las que comienza el día en que llega
de visita a este país el presidente Bill Clinton. Vimos y oímos
por la TV su discurso de saludo que fue como el "abrebocas" de todo lo
que hablarán él y nuestro presidente Pastrana, más
altos funcionarios de ambos países.
Cuatrocientas personas vienen en su comitiva. En la bella casa de huéspedes
ilustres, de Cartagena, tendrán lugar las conversaciones y el almuerzo.
Antes de emprender el regreso a las 4:30 p.m. darán un paseo por
la parte antigua de esa ciudad, que aún conserva algunas murallas
de la conquista y edificios de la época colonial.
Nos amenazan hoy los guerrilleros (4 grupos) los sindicatos, la extrema
izquierda. Todos los descontentos o asustados con el llamado "Plan Colombia".
Habrá protestas, según dicen, en todos los pueblos y ciudades
a las cuales se unen universitarios y desocupados. ¡Dios Santo!
Ya desde ayer comenzaron. Pero están alerta y bien preparadas
las fuerzas armadas. Y ahora si tienen abundantes y modernas armas, aviones,
helicópteros, estupendos auxiliares en estas altas cordilleras que
atraviesan a Colombia.
Sí, es maravilloso que comience una lucha frontal contra los
narcotraficantes que se apoderaron del país y han causado tanto
mal a la juventud del mundo, pero tanto y más importante es lo que
se haga por mejorar las economías, tan dependiente de esas mafias.
Hay que volver los ojos a lo social, a buscar ese equilibrio que no existe
entre las clases sociales, a crear fuentes de trabajo.
Hay que recobrar las tierras entregadas a las FARC -zona de distensión-
que no han servido sino a los intereses de ese grupo guerrillero. Se creen
los dueños de esos 40.000 o más km2. El tamaño de
cualquier país pequeño. Ese si fue un error de este gobierno,
que no debe repetir con el ELN. Vayamos a saber que guerra habrá
para la recuperación de esas tierras. Estamos parados en un polvorín.
Que el Espíritu Santo ilumine al presidente Clinton sobre el camino
a seguir.
Leonor Uribe de Villegas
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