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Hay días en que amanecemos tan afligidos por la situación
de Colombia, esta patria nuestra tan maltratada por sus propios hijos,
que sólo en el Señor encontramos consuelo y una lucecita
de esperanza porque El es eterno y misericordioso
Sin embargo nos quejamos y lo increpamos al leer el Salmo 10 que dice:
¿"Por qué te quedas lejos, Señor, y te escondes en
los momentos de angustia"?
El malvado se impone y aplasta al humilde: que quede atrapado en las
trampas que maquina.
El malvado se jacta de la avidez de su alma, el aprovechador maldice
y desprecia al Señor. Enrisca la nariz y no se preocupa: "¡No
hay Dios!", dice; eso es todo lo que piensa.
En todas sus empresas le va bien, tus sentencias son muy altas para
él, barre de un soplo a todos sus rivales .
Dice en su corazón: "Soy inquebrantable, la desgracia
jamás me alcanzará ".
Su boca está llena de perfidia, de fraude y amenazas; sus palabras
inspiran injusticia y maldad .
(Lean pues jefes y matones de la FARC, el ELN y las AUC) quienes se
ponen al acecho en el cañaveral y a escondidas matan los inocentes;
sus ojos espían al indigente acechan como león en la espesura
listos para atrapar al desdichado, lo atrapan y luego lo arrastran con
la red .
....Quiebra el poder del impío y del malvado, haz que de su
maldad te rinda cuentas y que no se vea más.
El Señor es rey ahora y para siempre, los paganos ya no se ven
en sus tierras.
Tu escuchas, Señor, el ruego de los humildes, reconfortas su
corazón y están atentos tus oídos para defender al
huérfano y al oprimido y así los hombres de barro no puedan
oprimirlos."
Bueno, hoy pongo a quienes lean esta columna a meditar en que, si es
cierto que somos débiles y estamos cada día mas preocupados
por la violencia que nos rodea, Dios está velando por los colombianos
de bien quienes al fin veremos su poderosa mano ejerciendo justicia.
Leonor Uribe de Villegas
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