Agosto 14 de 2.001 |
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Un hombre de ciencia debe dar, ante todo, testimonio de Dios, Supremo Hacedor y reconocer que no puede, que no debe, tratar de ser igual al Padre que le dio la vida. Desde la clonación de la oveja Dolly (y cuántos ensayos fracasaron antes de ella) ¿se habrán venido haciendo ensayos para clonar un ser humano.? El líder de esto es un italiano, Severino Antimori, quien lo hará, no le quepa duda a nadie, porque se endiosó. ¿Cuántos óvulos de mujeres se volverán fenómenos antes del primer acierto? Esas manipulaciones con los humanos son como decirle a Dios: "Tu lo hiciste, nosotros podemos también". ¡Qué bárbaros! Pero lo harán cuando hay gobernantes ambivalentes o ignorantes como George Bush el presidente de USA. Antimori y sus socios Brigitte Boisselier y Panos Zavos se irán a aguas internacionales a hacer sus ensayos porque allí no puede perseguirlos la justicia de ningún país. La identificación con alguien es esencial al ser humano: Jesús se identificó con su Padre, cada uno de nosotros nos identificamos con nuestros padres. Que cosa terrible para un ser clonado que aún antes de nacer ya no tiene más identificación que unos tubos de laboratorio. Qué pragmáticos, qué desalmados serán los padres de un hijo habido por la clonación. Son de un orgullo satánico. No conocen las necesidades de un mundo superpoblado, en donde millones de niños claman por un bocado de pan. Se gastan millones de dólares en obtener un "clon". Sumando todo lo que pagarán las parejas, quienes serán señaladas con la marca de Caín, se solucionarían los problemas económicos que tienen los países pobres. Que Dios les perdone. Leonor Uribe de Villegas
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