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...el mundo, y Colombia especialmente, conservarán el optimismo.
Esta narradora del acontecer diario tiene sus largos ratos de depresión
y desesperanza con las primeras noticias de cada amanecer. Nuestro padre
se paseaba por los corredores de la gran casa diciendo en voz alta, para
que todos los hijos lo oyéramos: ¿Cómo que ya amaneció?
Y eran las cinco de la mañana. Así se marcó mi reloj
biológico y ya desde esa hora oigo noticias, nacionales e internacionales,
malas en un 80%.
Abro un diario cualquiera y se comentan los últimos asaltos
a pobres caseríos, destruídos con esas horrendas bombas que
arman con cilindros de gas, llenos de desechos y metralla. Último
invento de los guerrilleros quienes ya no saben cómo más
violar los derechos humanos. ¡Y pensar que existen ONGs que defienden
a los bandidos!
Cerca de un pueblo que se levanta de las cenizas hay otro que celebra
el día del bambuco, o la guabina, o se cantan vallenatos,
en todo caso cada región tiene la música tradicional y así,
pase lo que pase, hay ferias y fiestas cada año o cada mes, por
todo el país.
Gracias a Dios el pueblo colombiano es alegre. Hay una expresión
muy propia de acá que significa que no se deja amilanar pero la
palabra es "achantar".
Veamos algunos titulares: "pelea entre guerrilleros", se odian a muerte.
Hoy dos grandes grupos quieren dominar la sierra nevada de Santa Marta.
Ni la lluvia opacó la "feria de las flores", bellísimo
espectáculo con desfile por las calles de Medellín, pero
en este año los "silleteros" (como llaman a quienes cargan una especie
de atriles) compitieron con mensajes por la paz.
Premiados los mejores en el festival de la guabina. La guabina es una
música típica, alegre y bullanguera, como lo son también
el porro, el bambuco. En la guabina se cantancoplas octosílabas,
herencia musical de voces indígenas. ¡Pobre Colombia! Aún
podemos cantar y bailar. Qué fuertes somos.
Leonor Uribe de Villegas
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