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Un rato que pase Ud. frente a la televisión son 20 ó 30 minutos
que le dejan los nervios más crispados de lo que los mantiene. El
Cercano Oriente, el Medio Oriente, India, África, América
Latina y en especial Colombia.
Judíos y musulmanes, éstos e hindúes, marchas
de paz como la del domingo en Hiderabad, las de Caracas y Bogotá,
porque por doquier la gente está harta de las guerras, en especial
de estas de guerrillas que han asolado a Colombia por casi 50 años.
A esto se une la extendida corrupción que asuela a los latinoamericanos
desde Méjico hasta Argentina. Tráfico de armas: se dice que
soldados venezolanos las suministran a guerrilleros colombianos y aún
no se sabe cómo entraron 5000 fusiles AK-47 y 2.5 millones
de municiones embarcados en Nicaragua y entregados en Urabá. ¿A
cuál grupo? Están las autodefensas -AUC-, las FARC y el ELN.
Cuando se une la violencia de los hombres con la de la naturaleza, ya
con temblores y terremotos, con rayos y centellas, más lluvias torrenciales,
el sistema nervioso se irrita al máximo.
Se los dice esta vieja inválida que se siente al límite
de su resistencia. Pero ahí está Dios y el poder de la oración
para calmar males físicos y mentales. La mayor desgracia que puede
ocurrirnos es perder la fe.
Puede que se realice pronto el retiro de los judíos de Cisjordania,
en especial de Ramala. Lo grave es que los musulmanes no respetan la Basílica
de la Natividad, en Belén, y salen los judíos pero éstos
se entran a ella, monumento venerado por los católicos. El hombre
es lobo para el hombre.
Leonor Uribe de Villegas
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