Las Cruzadas, el gran pecado por el cual el Santo Padre pedirá perdón, junto con otros dos, el 8 de marzo próximo, miércoles de ceniza, nos enseña cómo es de horrible matar por defender cualquier creencia, ya religiosa, ya política .
El hombre es el peor de los seres vivientes cuando crea sofisticadas o burdas formas de matar. Y hay pueblos que no pueden vivir sin su violencia de turno, por años y años, como este pobre país nuestro en donde una guerra ha sucedido a otra. hasta terminar en el presente genocidio pues apenas así se pueden denominar las matanzas de pobres campesinos, la destrucción de sus pueblos.
De otra masacre o dos o tres nos informan las noticias cada día. Terribles e injustas como la ocurrida en Timor Oriental, población arrasada por los mismos indonesios sólo por votar un referendum, que ganaron por 78.5 % de mayoría, porque quieren su independencia.
Con toda la atrocidad de los crímenes de aquí y de allá, no nos oyen nuestro clamor por enviar una fuerza multinacional que erradique para siempre la violencia colombiana y a Timor corren a enviársela. ¿ Qué será lo que quiere el negro ?, dice una canción. El éxodo nuestro de gente sin tierra y sin futuro, clama al cielo. Los Caínes se multiplican. Claro, están bien ricos con su narcotráfico.
¿Qué esperanza nos queda a los colombianos ? ¿
Que en USA quienes nos ayudan nos den asilo?. Ni esa.