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Libra este Trisagio, y sella a quien le reza y advierte, que por esta feliz
suerte en este mar de quebranto, Arcángeles y Serafines dicen Santo,
Santo, Santo".
Desde pequeña le tuve pavor a los rayos. Recuerdo que estaba
en un colegio de monjas franciscanas y no acababa de caer el primer rayo
cunado yo estaba escondiéndome en el hábito suyo.
En días pasados los colombianos y, sobre todo quienes vivimos
en Cali, vimos con asombro, mientras sufríamos una fuerte tempestad,
como sendos rayos cayeron sobre dos jugadores de fútbol, de un equipo
muy conocido.
Ambos eran de los preferidos por los hinchas, y estaban en entrenamiento.
Después de esto leo que en Samaná (Caldas) y en el Nudo
de Paramillo que se encuentran los dos puntos que producen más tormentas
eléctricas en el mundo. Es Colombia un punto en la tierra que causa
un fenómeno que mata a más de cien personas por año.
Lo dice el ingeniero Horacio Torres, dedicado a esta investigación,
según artículo aparecido en "La Revista".
Puede afirmarse que es el rayo el fenómeno meteorológico
al que más se ha temido desde siempre.
En la mitología, según cada cultura, aparecen los dioses
a quienes se atribuyó el poder de lanzarlos, desde Zeus. Thor, el
hijo del gran Odín, tenía ese oficio según la mitología
escandinava, así como los aztecas le dieron el encargo al dios Tlaloc,
los mayas a los Chacs, los incas a Ilyapa
A mediados del siglo XVIII Benjamín Franklin demostró
que el rayo era una descarga eléctrica gigantesca.
Que en paz descansen Herman Gaviria y Giovani Córdoba víctimas
de esos fenómenos que se centraron en Colombia y en especial en
las canchas de fútbol.
Leonor Uribe de Villegas
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