Eso nos dice el Señor y es  bueno recordarlo porque a veces estamos a punto de desfallecer cuando la propia vida se hace tan difícil, ya por las enfermedades, ya por las angustias que causa observar tanta maldad a nuestro alrededor.

    Pero El está ahí. Nunca olvido, cuando me pongo impaciente, esa historia de Santa Teresa de Jesús, cansada y enferma, enviada por el Señor a fundar otro convento. Llovía a torrentes, tenía que pasar un río que venía caudaloso y como era intrépida se lanzó a cruzarlo con coche y todo.

    El agua le daba a las rodillas cuando tuvo que salir de él.  Se lastimó e increpó al Maestro, en tono amable y  quejoso: "¡Señor, entre tantos males y me viene esto!" y Jesús le respondió: "Teresa , así trato yo a mis amigos", y la santa llena de ingenio le respondió: "¡ Oh, Señor, por eso tenéis tan pocos!".

    No podemos olvidar, cuando estamos a punto de flaquear , que el Señor también nos dijo " Mi yugo es suave y mi carga ligera ". Al saber llevarlo con fe y esperanza observamos como se suaviza .

    A estas reflexiones teológicas podemos mezclar, también, dichos animosos que aprendimos del pueblo: "No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista." Si en Colombia llevamos cincuenta años de violencia. que el "cuerpo"  nacional ha resistido, el Señor Todopoderoso será el único que pueda acabar con ella.

    Es una felicidad saber que un secuestrado amigo  fue devuelto por sus captores (¿A qué costo?) pero da tristeza ver su aspecto, algo natural si estuvo encadenado a un árbol en las altas montañas, durante ocho meses . ¡Pobres padres, pobre familia! Pero, " mi yugo es suave y mi carga ligera"...