Rumbo al sud

EL FERROCARRIL Y LA FOTOGRAFÍA

Cuando irrumpió el ferrocarril en Buenos Aires, aquí la fotografía era algo así como una curiosidad. Solo era obra de fotógrafos profesionales y en estas latitudes, había pocos. Tal vez por ello es que no han llegado a nuestros días muchas fotos de los primeros tiempos del ferrocarril, solo aquello, preferentemente edificios de estaciones merecían ser plasmados en rudimentarios Daguerrotipos. A Antonio Pozzo, fotógrafo italiano, establecido en Buenos Aires, le cupo el honor de ser el primer fotógrafo de ferrocarril, al inmortalizar a La Porteña y a la estación Parque del Ferrocarril Oeste.

Fotografías de instalaciones del Ferrocarril del Sud y del Buenos Aires y Ensenada, pertenecen en su mayoría a la colección de la Galería Witcomb, estudio fotográfico que abriera en Buenos Aires el inglés Alexander Witcomb, en la que trabajara Christiano Junior quien fue el autor de aquellas históricas imágenes.

Puente del FC Sud, autor Christiano Junior.
Plaza Constitución y estación del FC Sud. foto Galería Witcomb.

El Daguerrotipo dio lugar entonces al Ambrotipo, que al igual que el anterior era una sola imagen en positivo pero que al poder grabarse en vidrio en lugar de hacerse en cobre cubierto de plata, abarató los costos permitiendo una mayor difusión de la fotografía.

Profesionales y aficionados tomaban imágenes estáticas ya que los tiempos de exposición eran muy prolongados, por ello no existen fotos de trenes o personas en movimiento, las primeras fotos de locomotoras, por lo general rodeadas de personal ferroviario, son del Ferrocarril Oeste y solo se tomaron por que ellas eran todo una curiosidad en el Buenos Aires de entonces.

Cuando la fotografía se hace común en diarios y revistas, comienzan a aparecer fotos  ferroviarias ilustrando notas de viajes, de accidentes o simplemente de actualidad, pionera en la edición de estas imágenes fue sin duda “Caras y Caretas” publicada entre 1898 y 1941.

Peregrinos Irlandeses arriban a Pergamino, foto de una nota publicada en Caras y Caretas.

A fines del siglo XIX los procesos de fotografía se habían simplificado notablemente, los tiempos de exposición eran mas cortos, las cámaras mas pequeñas y livianas y las imágenes se grababan ahora en negativos de vidrio que permitían innumerables reproducciones en positivos con menores costos, así las empresas ferroviarias contrataron profesionales para documentar el progreso de una obra y la adquisición o construcción de nuevo material rodante, algunas de aquellas fotos llegaron a nuestros días en álbumes o expedientes de las empresas.

FC Sud, nueva estación San José. foto colección Hume.

En los años 30 y 40, revistas promocionales de los ferrocarriles, publicaban fotos de estaciones y trenes, la “Revista del Ferrocarril Sud” tuvo gran difusión, sobre todo en pueblos del interior y hoy puede encontrarse ejemplares en casi todos los museos ferroviarios lográndose consultar casi la colección completa.

Revistas institucionales de los ferrocarriles británicos.

Al desaparecer Ferrocarriles Argentinos quedaron oficinas y galpones vacios donde se encontraron archivos de la época de los ferrocarriles privados que nadie había revisado por años y que estaban llenos de cajas conteniendo negativos de vidrios y en menos medida de celuloide, atesorando aquellas imágenes.

La Fundación Antorchas tomó a su cargo la preservación del archivo del Ex Ferrocarril Santa Fe y el Museo Nacional Ferroviario hizo lo propio, aunque con menos dedicación y medios económicos, de las colecciones halladas de los ex ferrocarriles del Sud, Oeste, Central Argentino y Compañía General.

Reproducción de una copia de contacto de placa de vidrio del ex FC Sud.

Otra fuente importante de fotos ferroviarias fue la edición de postales turísticas de los años 30/40 en el norte argentino y especialmente en Córdoba, en las que se ven trenes casi siempre de trocha angosta, cruzando puentes o transitando paisajes serranos.

Desde 1948, año de la nacionalización de los ferrocarriles las fotografías ferroviarias son en su mayoría ilustraciones de propaganda política, nuevas locomotoras y coches adquiridos por el gobierno se presentan relucientes acompañadas por textos como “Perón cumple” y cosas por el estilo, también hay fotos de éstas unidades en propagandas de los fabricantes de dichos vehículos anunciando su adquisición por parte del gobierno argentino.

Son raras las fotos ferroviarias de los años 50 y principios de los años 60, la mayoría son periodísticas y muchas de ellas ilustrando accidentes o informando alguna novedad sobre el tema.

Dos trágicos accidentes ferroviarios documentados en sendas tapas de Clarín.

Hasta aquí, casi todas las fotos eran copias de negativos blanco y negro, algunas coloreadas a mano pero a mediados de los años 50 se populariza las fotografías color, aunque para nosotros resultan caras y los rollos deben ser enviados a revelar a Centro América o los Estados Unidos.

A mediados de los años 60 aparecen fotos ferroviarias, las típicas fotos de aficionados a los trenes, tomadas por extranjeros, sobre todo ingleses y americanos que sorprenden por la calidad de sus imágenes, es que ellos venían con tecnología y equipos que para nosotros eran entonces de ciencia ficción.

John Kirchner Jeremy Wiseman
Guenter Haslbeck Guenter Haslbeck

También en los años 60 irrumpe en nuestro medio la afición por la fotografía ferroviaria, un puñado de jóvenes, cámara en mano salen a documentar lo que ven desafiando la prohibición de sacar fotos ferroviarias, son fotos en blanco y negro y rara vez diapositivas color, preferentemente de material rodante y en lo posible lo nuevo, desechan el paisaje ferroviario para darle prioridad al vehículo, tal vez influenciados por el ferromodelismo que comienza a modelar vehículos locales. Todavía no hay entre nosotros composición fotográfica, basta con que la locomotora, el coche motor o remolcado salga completo y en primer plano. Como al pasar, a veces se fotografían estaciones, galpones de locomotoras donde se ven algunas unidades juntas o una playa llena de vagones, pero éstas no son las mas comunes de las fotos, no son las que interesan.

Sergio Ruiz Díaz Miguel Ángel Pignataro
Ángel Ferrer Ricardo Campbell

Aquellas fotos se empezaron a conocer, editadas en las primeras revistas sobre trenes de nuestro medio y por ello surgieron nuevos aficionados a la fotografía ferroviaria. El paisaje tiene un lugar preponderante en la fotografía e incluso el arte se expresa vividamente en la fotografía ferroviaria de hoy.

 

Estación Corti: Ariel Scolari
Cruce en Saldungaray: David Merello Villa Rosa: José Carrizo
Estación Santa Fe GM: José Carrizo Cañada Amarilla: Darío Saidman

 

Cientos de imágenes de trenes y paisajes ferroviarios aparecen ilustrando el Internet del siglo XXI y la llegada de Facebook ha hecho que vayan surgiendo en la red, aquellas primeras fotos,  junto a lo que hoy se mueve o edificios al lado de los rieles, al punto que prácticamente no hay estación ni vehículo ferroviario de los ferrocarriles argentinos, que no pueda verse en fotos, navegando por internet.