Rumbo al sud 

Hola Control… Tandil llama.

Buenas noches control, después de tanto tiempo vuelvo a llamarlo, ésta vez para pasarle un reporte de la zona, ya que el movimiento es escaso por aquí y no hay otra cosa que hacer.

 

De Tandil a Quequén.

En estos días saqué el velocípedo del galpón, le pasé un plumero, aceité los movimientos y me fui, primero para el lado de Balcarce y Quequén a ver que va quedando de nuestro querido ferrocarril.

Traté de entrar por el ramal que desde ésta llega hasta Empalme Lobería, pero solo llegué hasta Napaleofú… caminando, ya que la vía está intransitable desde hace mucho.

En Fulton me llevé una gratísima sorpresa, la estación está impecable, pero solo por que el municipio de Tandil y los vecinos la han restaurado con vistas al festejo del centenario del pueblo.

 Mas allá, en Napaleofú, los vecinos, siguiendo el ejemplo, están tratando de hacer lo mismo con su estación.

Volví a dedo a la playa nueva y nuevamente, con mi vehículo de vía, seguí hacia Ayacucho, para entrar por la vía Balcarce.

Pasé por las ruinas de San Ignacio…

-que si fui a Misiones?,

no, San Ignacio en el partido de Ayacucho, es la primera estación del ramal a Necochea que está vandalizada al igual que Bosch y El Moro, pero Ramos Otero se encuentra en bastante buen estado y aún se puede salvar. Me contó Jorge Fayé que allí vivía gente y una señora daba inyecciones, tal vez por aquella presencia humana, no han llegado a robarse todo aquello que tiene algún valor.

San Ignacio y Bosch.

Fulton impecable sobre un ramal desactivado.

Napaleofú, esperando una lavada de cara.

Ramos Otero, todavía se puede salvar.

 

La estación de Balcarce se salvó por que la convirtieron en escuela, no se quien puso la plata (mucha) y por suerte quedó muy bien, aunque del tren, aquí ya nadie se acuerda.

Mas allá, Los Pinos está igual que siempre, custodiada por un morador que si te ve merodeando te repele a tiros de escopeta y mas adelante, San Agustín, degradándose de a poco, mantenida a penas por los habitantes del pueblo avenido a lugar turístico y una cuadrilla de Ferrosur que parece tener allí su lugar de residencia.

 

Balcarce, convertida en escuela.

Los Pinos en la selva.

San Agustín, al menos limpia.

 

Tamangueyú, aquí parece tener Ferrosur su centro de operaciones para el mantenimiento de la vía, hay una suerte de obrador, con durmientes y rieles apilados para garantizar el transporte de granos entre los silos que se encuentran junto a las vías desde Balcarce hasta el puerto de Quequén.

Finalmente, Quequén, aunque hace mucho ya que perdió sus trenes de pasajeros, la estación está bastante bien mantenida, como esperando que ocurra el milagro de la vuelta del tren.

 

Tamangueyú, con la presencia de Ferrosur.

Quequén, como esperando que vuelva el tren.

 

De Tandil a Las Flores.

Un viaje de inspección por esta vía por la que circula del tren de pasajeros de Ferrobaires, entre Plaza y Tandil, dos veces por semana de ida y vuelta, me demostró que allí donde hay una pequeña población, el municipio pone unos mangos y la estación se preserva, casi siempre para darle otro uso, pero al menos la mantienen. La primera grata sorpresa fue Egaña, estación que conocí hace unos años en estado deplorable, tal vez por su cercanía con el castillo de Díaz Vélez que es un lugar turístico, hoy se encuentra con su terreno parquizado, sus paredes, ventanas y puertas pintadas y todo impecable, convertida en una suerte de salita de primeros auxilios.

Mas adelante Miranda también fue preservada y al ser usada por el municipio, está en muy buenas condiciones.

 

Egaña y Miranda en el partido de Rauch.

 

Las otras estaciones, incluso la de Rauch, se van degradando lentamente al ritmo del paso del tiempo y la desidia de quienes deberían mantenerlas, que a esta altura del candombe ferroviario, ni se quienes son.

A Las Flores la pintaron color patito, está bien, se la ve digna aunque con escasa actividad, estación que tiene el encanto además, de no ser igual ni parecerse a ninguna otra.

 

La singular estación Las Flores.

 

Arqueología en Las Flores.

El ferrocarril llegó a Las Flores el 24 de junio de 1872, su estación vio continuar la vía hacia Azul y Bahía Blanca cuatro años después, en 1891 desprenderse de ella un ramal hacia Tandil y al año siguiente una vía nueva que llegaba desde Cañuelas, convirtiéndose en un nudo ferroviario de gran relevancia que al ritmo que crecía el pueblo, sus instalaciones ferroviarias quedaban chicas.

Seguramente por ello se construyó en 1908 una nueva estación en las afueras, abandonándose la original que había quedado con poco espacio, y muy mal ubicada.

De aquella primitiva estación solo encontré un par de fotos, en una se ve la estación y en la otra varios galpones y carretas, pero además hay una historia que cuenta que en el medio de una manzana, en pleno centro, quedó una garita o vivienda, que fuera parte de ella.

 

Playa de carga y galpones de la primitiva estación Las Flores (foto: Museo Ferroviario de Ranchos.

Primitiva estación Las Flores (foto: William Rogind - Historia del FC Sud).

 

Un vecino que barría la vereda me dio algunas precisiones del lugar, allí logré dar con el dueño de la propiedad en la que se encuentra la histórica construcción quien amablemente permitió que la pudiera fotografiar y me contó el origen de su tenencia que finalmente no aclara su origen ferroviario.

Sin embargo, consultando un plano dibujado por William Rogind se advierte que la construcción de referencia está dentro de lo que fue el cuadro de la estación, cosa que daría veracidad a la historia y se trataría nomás de una vivienda, bastante grande para la época, que tal vez haya sido habitada por los jefes de la desaparecida estación.

 

La antigua casa de madera, bien conservada en el centro de una manzana de Las Flores.

 

Intercambiando mensajes sobre éste tema con David Merrello, me comentó que existe también el Las Flores, un viejo galpón que los vecinos dicen que perteneció al ferrocarril ya que hasta allí llegaban rieles. Yo no lo vi personalmente pero obtuve del Street View de Google una foto que lo muestra como antiguo edificio probablemente ferroviario, el problema es que según la ubicación, quedaría fuera del terreno del ferrocarril. Probablemente fue el galpón de un desvío particular.

 

El galpón sospechosamente ferroviario en Las Flores, a dos cuadras de la antigua estación.

 

Bueno Control, lo dejo hasta la próxima… si tiene algo para mi, por favor no deje de avisarme, esto se está poniendo cada vez mas aburrido y yo ya casi ni recuerdo como es un tren.