RUMBO AL SUD

TRENES GENERALES

Del Ferrocarril Sud al Nacional General Roca


Esperando un tren a Plaza desde cualquier estación de las vías Burzaco o Cañuelas, o parado en un paso a nivel de esas vías uno veía pasar un tren de pasajeros de larga distancia y automáticamente lo asociaba con el término “tren general”. Tal vez por su destino lejano o el supuesto confort de sus coches, tan distinto al de los trenes locales, uno fantaseaba siempre con la posibilidad de abordarlo y escapar así de la rutina cotidiana.

En realidad el término “tren general” identifica a toda aquella formación que en su itinerario excede los límites de la sección local y puede ser de pasajeros, de carga, mixto o especial y en el caso de los trenes de pasajeros no siempre ofrecen u ofrecieron comodidades que los diferenciaran notablemente del servicio local.

En los primeros años del Ferrocarril del Sud ese término no existía, los trenes no se categorizaban en función de su destino, ni siquiera había de pasajeros o carga, eran todos mixtos, en los que se acoplaban tras la locomotora los vagones de carga y luego, a la cola los coches de primera o segunda clase con sus compartimientos estancos que impedían recorrer el tren.

Típico tren general a fines del siglo XIX.


A medida que en la sección local aumentaba la cantidad de estaciones y a la vez los pasajeros a transportar, comenzó a aparecer en los horarios un número creciente de trenes locales normalmente dotados de un furgón para encomiendas y los coches más antiguos o con menos comodidades de la flota. Los trenes generales en cambio se fueron haciendo cada vez mas rápidos y equipados con mayor cantidad de vehículos remolcados, los de carga dejaban y tomaban vagones en las estaciones intermedias y esto, para evitar demoras, determinó la exclusión de vagones en trenes de pasajeros que además incorporarían en los itinerarios mas largos, desde 1884 coches dormitorio y a partir de 1896 coches restaurantes.


 

Tren a Bolivar en 1902.

En el horario de diciembre de 1865 se informa de la corrida de dos trenes ida y vuelta, uno a la mañana y el otro a la tarde, entre Plaza Constitución y Chascomús y como las formaciones se armaban en Barracas, donde estaban los primitivos talleres, había también dos trenes en ambos sentidos entre ésta y Plaza Constitución que no son otra cosa que los primeros locales, aunque las formaciones eran las mismas que las de los trenes de Chascomús. Para marzo de 1871, cuando el único pueblo importante al sur de la capital, servido por el ferrocarril era Barracas, había nueve trenes diarios de ida y vuelta para esta estación, uno a Temperley y otro a Glew, mas los dos trenes a Chascomús con combinación en Altamirano a Ranchos, sección ésta recientemente habilitada.

En el horario del 15 de abril de 1883 hay 10 trenes diarios, el de Ayacucho y Olavarría se dividía en Altamirano, donde los pasajeros tenían tiempo para almorzar, en una fonda ubicada frente a la estación; este tren tomaba a la ida y dejaba a la vuelta coches con origen o destino en la Estación Central ubicada en el Paseo de Julio. En 1886 hay ya un tren solo para pasajeros y otro solo para carga a Azul, en tanto que los de Bahía Blanca y Tandil seguían siendo trenes mixtos.

En 1883 viajar en tren en la línea general era mucho mas rápido que hacerlo en diligencia pero salvo por esta importante diferencia, no era mucho mas cómodo ni placentero y seguramente era mucho mas caro. Los primeros coches de este ferrocarril fueron pequeños vehículos de dos ejes que se desplazaban sobre rieles que al no tener mas de seis metros de longitud, provocaban un traqueteo difícil de sobrellevar, sumado a ello, por el hecho de estar las vías asentadas sin balasto de piedra, es fácil imaginar la tierra que volaba en torno a los pasajeros que por distintos motivos se aventuraban a viajar.

Tren general saliendo de Plaza

a principios de los años 20.

Al año siguiente, al habilitarse la vía desde Azul hasta el puerto de Bahía Blanca, el Ferrocarril del Sud había incrementado su longitud en 400 kilómetros. Esta gran expansión de la red determinó la necesidad de nuevos coches mas modernos, amplios y confortables para viajes de hasta 24 horas, que ya no serían de dos ejes sino de tres, entre ellos estaban los primeros coches dormitorios. En aquellos años los pasajeros que viajaban a Bahía Blanca almorzaban de ida o cenaban de regreso, en General La Madrid. Los que iban a Tres Arroyos almorzaban en Juárez y al regreso cenaban en Tandil y quienes viajaban a Necochea, lo hacían en Balcarce. 



TRENES GENERALES DEL SUD

EN LA DECADA DEL 20

 

Pasando por Altamirano. 

por Kilo 18 rumbo a Mar del Plata. En estación Mar del Plata Sud.

Por la cuádruple, cerca de Lanús, pasando a un carga local.

Cuando se habilitó la vía desde Tres Arroyos hasta Bahía Blanca los trenes se detenían durante 25 minutos para estos menesteres, en la estación Las Mostazas, actual Coronel Dorrego, donde había una fonda cuyo servicio era tan malo y tantas las quejas de los pasajeros que el ferrocarril hizo arreglos para que la comida se sirva directamente en el tren. Se colocó una cocina económica en el furgón de encomiendas y el mismo guarda preparaba 2 platos únicos que se componían de bifes con huevos fritos y salchichas de Oxford importadas en latas, o también con huevos, pan, queso, café y una botella de vino francés. La experiencia fue un éxito y en 1896 dos de los primeros coches de cuatro ejes con que contó este ferrocarril, fueron convertidos a coches restaurante.


TRENES GENERALES A VAPOR DEL ROCA

EN LOS AÑOS 50/70

 

Saliendo de Tandil con locomotora Caprotti.

Llegando a Plaza Constitución.

Último tren general a vapor, pasando por Lobos.

El coche motor Fiat procedente de Daireaux espera en Empalme Lobos la combinación del último tren a vapor que llega de General Alvear en diciembre de 1977.

Al principio la vía a Mar del Plata no tenía el tráfico que adquirió años después, por ello, no había en ella mas trenes que lo normal ni estaban dotados de un confort especial, tendrían que pasar varios años y surgir la competencia automotor para que el ferrocarril mejorara el servicio, hecho que ocurrió en la década del 20 con la incorporación de nuevos coches y locomotoras mas veloces.

Así viajar en tren por la línea general se convirtió en una experiencia placentera, sobre todo en los trenes a Mar del Plata, Necochea, Tandil, Carhué, Sierra de la Ventana o Bahía Blanca y desde allí a la Patagonia, a Zapala cruzando el Valle del Río Negro o a Bariloche en combinación con el ex Ferrocarril del Estado.

En los años 40 la consigna era: “Elija su lugar de veraneo y viaje en tren” y el folleto agregaba: Los rápidos y seguros servicios del Ferrocarril Sud le anticipan un buen principio y un buen fin de sus vacaciones.  

Dos épocas del mismo ferrocarril, en Necochea año 1951 y en Bahía Blanca en 1978