Casi bridge 7F57 por Richard Pavlicek

Gran hazaña de las pezuñas



Era la noche anterior al match del resentimiento, y en toda la tundra los corredores de apuestas estaban agitados. "¡Veinte dólares a los renos!" exclamó una voz en la oscuridad. "¡Cincuenta a los esquimales!" Se tomaron más de mil apuestas hasta las 2:00 am, hora de cierre. El amanecer vio a los esquimales favoritos por 4 a 1.

¡Comiencen los juegos! El famoso equipo esquimal integrado por Miko, Sliko, Mush y Slush desafiaba a su similar de los renos, que contaba con Donner, Blitzen, Gandolfo y Rodolfo, por los derechos de alardear en el ártico (para no mencionar el metálico). Faltando una mano los esquimales lideraban por 10 IMPs, y llegó la siguiente tablilla. En la mesa 1 Donner deslumbró a los espectadores con un audaz remate:

6 H por Sur

N-S Vul
S Q 5 4 3
H 4 3 2
D K 3 2
C 4 3 2
S 2
H 7 6 5
D 7 6 5 4
C K 8 7 6 5
[W - E] S A J 10 9 8 7 6
H
D Q J 9
C J 10 9
Salida 2S S K
H A K Q J 10 9 8
D A 10 8
C A Q

Sliko Blitzen Miko Donner
Oeste

Pasan
Norte
Este
4 S
Sur
6 H

Miko, Este, hizo las cosas difíciles con una prohibitiva, pero Donner no era de quedarse callado. "¡Seis corazones!" Donner sólo podía asegurar nueve bazas de manera que pidió tres más como un deseo de Navidad. Casi fue escuchado cuando Blitzen bajó una mano con dos bazas. Donde hay once bazas normalmente habrá doce — al menos ésa es el credo de los renos.

Sliko salió de su semifallo de pique para el as de Miko, que volvió otro pique cuidadosamente fallado por el declarante. Donner continuó con seis vueltas de triunfo — los espectadores se preguntaban si se había vuelto loco — para llegar al siguiente final:

S Q 5
H
D K 3
C 4
S
H
D 7 6 5
C K 7
[W - E] S 10 9
H
D Q J 9
C
S
H
D A 10 8
C A Q

Por los descartes parecía que la finesse de trébol estaba mal por lo que Donner adelantó el AC. ¿Qué podía hacer el pobre Miko? Si descartaba un pique se afirmaría el 5 del muerto, así que se fue de un diamante. Donner cruzó al KD, cobró la QS y su mano quedó firme. Hechos seis.

Inmediatamente se rompió el silencio de los espectadores. "¡Gran jugada!", dijo uno. "¡Una hazaña asombrosa!" comentó otro. Un experto explicó: "estoy seguro que Mush jugará de la misma manera en la sala cerrada, es un aprieto de rutina. La única duda es si hizo la agresiva declaración de slam".

Echemos una mirada. El contrato y la salida en la mesa 2 fueron los mismos, pero el juego fue diferente. Rodolfo, en Este, pasó el 6S en la primera baza y permitió a Mush ganar su rey semifallo. Evidentemente Rodolfo había leído sobre finessear contra el muerto y quería comprobarlo, sin preocuparse porque veía doce piques después de la salida.

¡Increíble! Al principio Mush se regocijó, pero pronto se dio cuenta que la atolondrada finesse de Rodolfo le impedía rectificar la cuente para un aprieto. Si entregaba un trébol a Oeste la vuelta de diamante le quitaría la entrada necesaria para el aprieto. El contrato no podía cumplirse. Una multa y ¡el match para los renos!

Mush le gritó furiosamente: "¡será la última vez que hagas estos malabarismos contra mi. Agárrenlo muchachos!" Diez esquimales se abalanzaron sobre Rodolfo, pero Gandolfo corrió al rescate y unas pocas y bien colocadas astas y pezuñas hicieron huir a los atacantes. Rodolfo pensaba alegremente "¿por qué nos molestamos en jugar las manos? ¡Podríamos ganar todos los torneos de esta manera!"

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El original, en inglés, es Copyright © 1998 Richard Pavlicek. All rights reserved.

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