La revancha de Rodolfo

Con la cancelación del Regional del Polo Norte del último año el bridge en el ártico estaba paralizado. Aún si el Comité de Planeamiento hubiera intentado organizar otro torneo, no había lugar donde hacerlo — todos los hoteles habían sido demolidos por los desastres del pasado. Pero los jugadores de bridge tienen un especial deseo de supervivencia; y donde hay voluntad hay algún camino. ¡El torneo se haría en la casa de Donner!

El match de todos los matches sería entre Donner, Blitzen, Gandolfo y Rodolfo versus sus archirivales esquimales Miko, Sliko, Mush y Slush. Para eliminar virtualmente todo factor de suerte se decidió jugar 256 manos durante cuatro días. Increíblemente el match estaba empatado antes de la última tablilla.

Tablilla 256 4 por Sur

	Q 5 4 8 7 3 6 4 2 K Q 9 2
J 9 7 6 — 8 7 3 8 7 6 5 4 3		K 10 8 K J 4 A K Q 9 5 J 10
Salida: 5	A 3 2 A Q 10 9 6 5 2 J 10 A

Miko	Blitzen	Sliko	Donner
Oeste Paso Paso	Norte Paso 4	Este 1 ST Pasan	Sur 3

En la mesa 1, Donner se sobrepuso a la falta de entradas al muerto con una habilidad asombrosa. En la segunda baza jugó un diamante que tomó Sliko y volvió en el palo. Donner falló el tercer diamante con el 10 y salió con el 6 sobretomado con el 7 del muerto. Sliko ganó con el J y esta era la situación con la mano en Este:

	Q 5 4 8 3 — K Q 9
J 9 7 6 — — 8 7 6 4		K 10 8 K 4 9 5 J
	A 3 2 A Q 10 5 2 — —

Cualquier vuelta permitiría una entrada a la mesa. Sliko hizo el mejor intento, el 4, pero Donner no cometió errores; jugó el 5 (guardando el dos) y ganó con el ocho en el muerto. Luego cobró sus tréboles, y cuando Sliko falló la tercera vuelta pudo sobrefallar y volver al muerto con el 2.

Pese a la inteligente exhibición de Donner todos presentían que la mano sería un empate. En la otra mesa Sur era nada menos que Mush, considerado como el mejor declarante del Ártico. En quien no pensaron fue en Rodolfo, que estaba sentado en Este.

En la mesa 2 el remate fue el mismo y Gandolfo también salió de un trébol. Mush jugó el J J y Rodolfo ganó con su dama. Pero aquí vino el golpe brillante: Rodolfo volvió el 9 regalando una baza al 10 del declarante. Sorprendido por el obsequio, Mush jugó el 6 y bajo del muerto (tampoco hubiera servido sobretomar) y ¡Rodolfo aflojó! ¡Mush estaba furioso!

El contrato no podía cumplirse. No importaba lo que Mush intentara. El sacrificio del diamante de Rodolfo había asesinado el contrato. Mush, por supuesto no quería perder de esa manera. Inmediatamente reclamó, aduciendo que la jugada había sido accidental. "!Él se equivocó al tomar la carta¡"

Rodolfo rió divertido "No, tomé la carta correcta, sólo que fue desperdiciada en un cerebro peludo"

¡Y ardió Troya! Mush lanzó un directo a la nariz roja y la habitación se convirtió en una confusión de pezuñas y astas. Como resultado el pobre Donner se quedó a la intemperie.