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Remberto
Dámaso
El primer encuentro (I)
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Eso
fue un día 16 de abril del año pasado, iba yo por
aquí para abajo, para el taller, a darle una vuelta a las
3 y cuarto de la mañana mas o menos, cuando vi que del sur
venía una luz.
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Dámaso
muestra la lámpara
que usó esa noche
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Yo
iba preparado para alumbrarme, porque estaba un poco oscuro, con
este tipo de lámpara. Al ver la luz, aquí mismo le
hice una seña con la luz, la encendí y la apagué.
Seguí caminando y me sorprende que me contestan la luz, me
vuelvo a parar y le vuelvo a hacer señas. Creo que es una
avión que viene en vuelta del sur del Jíbaro. Pero
me voy dando de cuenta que se viene deteniendo por aquí la
luz, y digo, bueno, no es un avión, es un helicóptero,
porque no había sonido.
Quedo asombrado cuando entonces empieza a emitir unos sonidos extraños,
música fina, muy fina, con un centellear de muchas bombillitas
en colores, como si fueran un arbolito de navidad. Me apuré
corriendo, para abajo, para ir al lugar donde se había detenido.
Descendía y se detiene en esa dirección ahí,
del taller. Yo bajo por aquí, rápido, alumbrándome
con mi lámpara y llego. Estaba la cerca esa ahí.
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Del
otro lado de la cerca
bajó el ovni
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Él se para ahí, y yo lo empiezo a alumbrar con mi
lámpara. Aquellas luces tan lindas me atraían, y en
eso sale una luz más fuerte, en blanco, PUFFFF, y se apaga
mi lámpara.
Me da como un escalofrío, trato de mirar para atrás,
porque aquí existe otra lámpara dentro del taller,
que me está iluminando todo esto por aquí. Esta lámpara
se apaga también, y quedamos totalmente oscuros. La luz estaba
bastante clara, y entonces echa como una niebla... se mantiene como
a un metro del suelo, más o menos, y cuando sopla la niebla
aquella trato de localizarle puertas, si tiene remaches, si tiene
algo. Aquel platillo era grande, redondo, en forma de un huevo,
como un plato ahí al lado del otro, como si fueran dos sombreros
tapados.
Entonces siento como un escalofrío, como que me están...
alguien tengo atrás, como que me están midiendo. ¿Qué
pasa? Me siento desabrío, porque la lámpara la había
dejado en una posición y no podía mover la mano, no
podía mover la otra mano, me sentía inmóvil.
Centelleó la luz que me apagó la lámpara, la
lámpara mía se enciende de nuevo, se enciende la luz
del taller, y entonces él bota un poco de humo por abajo.
Cuando lo hace, al poco momento que deja de botar el humo, empieza
un sonido fuerte y un calor que me da, empieza a tomar altura y
se detiene la música y el centelleo, y parte hacia en vuelta
del norte.
Yo me quedé todo desabrío, yo estaba solo, yo quería
que alguien hubiera visto aquello, no haberlo visto yo solo. Bueno,
subo para la casa, y le hago el recuento a mi esposa. Me quedé
totalmente desabrío, porque hubiera querido haber aprendido
o haber visto algo más. Si aquello se hubiera podido lograr
y yo pudiera haber tenido testigos de lo que yo veía, lo
que yo había visto hubiera sido una cosa fácil de
comprobar.
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El
ovni bajó del otro lado del taller
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Pero
bueno, pasaron horas, llegó el día, y me fui con los
compañeros de la Academia de Ciencias, y sin hacerle el cuento
a más nadie, le conté todo a ellos. Vinieron aquí
y tomaron muestras, que el suelo se achorró, la hierba adonde
estaba tomaron muestras, ellos se dedicaron después a ir
en vuelta del aeropuerto, hablar con los compañeros que estaban
de sereno, ir a la torre de transmisión, esta que se encuentra
en alto aquí, en la ciudad de Sancti Spíritus, y el
compañero que estaba de guardia le comunicó a ellos
que él había visto un equipo similar cerca de ahí,
de la torre, y que se había dirigido a esta zona.
Entonces, ya yo me quedé un poco más contento, porque
habían otras gentes que vieron el equipo esa noche, dos serenos,
uno del aeropuerto y uno en el otro lado.
Continuará...
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