Definici�n: Es dif�cil dar una definici�n contempor�nea del concepto de libre albedr�o, o sea el de "la libertad de actuar como se nos antoja", que no contenga t�rminos asociados con el concepto de mente. Es entoces subjetivo e inmerso en controversias. Nosotros conocemos nuestro propio libre albedr�o, nuestra libertad para realizar acciones futuras y reinterpretar acciones pasadas, porque directamente lo experimentamos as�. Somos incapaces de conocer c�mo nos comportar�amos en el futuro y c�mo reinterpretar�amos lo ya pasado si, por ventura, nuestro albedr�o fuese esclavo de fuerzas interiores que no reconocemos en el momento de actuar o de reinterpretar. En todo caso, esas fuerzas interiores son agencias, son subrredes, del primer yo de Ortega y Gasset (el famoso "yo soy yo y mis circunstancias"). Las subrredes son modificadas todos los d�as por las circunstancias. (El primer yo es un hipot�tico estado virginal de las subrredes ancladas en una personalidad que es miticamente inmutable). Esto lleva a que no sepamos otra manera de conducirnos que la que ejercemos en forma supuestamente libre, porque no sabemos lo que se ha ido acumulando como experiencias o representaciones del mundo en nuestras agencias o subrredes. Lo contrario a libre albedr�o es esclavitud a lo necesario. El libre albedr�o ser�a un MIX entre las sugerencias del azar y las sugerencias de la necesidad. Otras definiciones aclaratorias indican que el libre albedr�o es sin�nimo de atenci�n selectiva. Como no sabemos del todo c�mo seleccionamos, le atribuimos al libre albedr�o nuestras acciones. El hecho de no saber c�mo seleccionamos tiene una manifestaci�n cl�sica: Primero debo o�rme lo que digo, para luego saber lo que pienso. Primero debo ver lo que hago para luego adivinar c�mo procede mi atenci�n selectiva.
20.dic.1998
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