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UN APORTE FORZOSO DEL CONTINENTE AFRICANO AL DESARROLLO DE LA SOCIEDAD BURGUESA OCCIDENTAL.

Por Zulema Patlallán

Observatorio de Conflictos, Argentina

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Susana Bianchi -en su libro Historia Social del mundo occidental- cuando hace referencia a la formación de los imperios coloniales, señala que: “...Metales americanos, pimienta desde Oriente, esclavos desde África se transformaron en el trípode que permitieron a la economía europea transformarse en una economía mundial...”(1). Años antes, Joseph Inikori, también había señalado la importancia que había tenido la trata negrera en el desarrollo económico de los principales países y territorios que tomaron parte en esta práctica. (2). Bianchi e Inikori son dos de los tantos autores que remarcaron esta conexión entre esclavitud y economía.

 

El objetivo de este trabajo es abordar esta problemática que, para ser comprendida (aún cuando no sea compartida ni justificada por un importante número de personas), hay que partir de la categoría de esclavo mercancía en que fueron inscriptos aquellos hombres y mujeres que, siendo arrancados por la fuerza de sus aldeas de origen y trasladados a miles de kilómetros de distancia, jugaron un rol fundamental en el origen de la desigualdad del desarrollo económico del continente africano y europeo.

 

La esclavitud es una institución de tan larga data que hasta los filósofos de la antigüedad clásica ya se habían referido a ella (3). La cuestión gira en tomo a que dicha institución no mantuvo la misma significación, ni intensidad, ni sirvió para los mismos fines desde que empezó a ser practicada.

 

África conocía la esclavitud antes que llegara el hombre europeo. Si bien por algunas etnias no era conocida, si lo era para muchas otras, en donde incluso se podía notar una diferenciación entre esclavos de casa y esclavos de guerra. La esclavitud podía ser practicada por una etnia sobre otra pero sobre todo había sido practicada con intensidad por los musulmanes (4).

 

De todos modos. a partir del descubrimiento y colonización europea en el siglo XV, este fenómeno va a tomar una significación muy diferente a la que tenía antes, no solo en cuanto a características cualitativas sino también cuantitativas. Ya que, si bien es difícil llegar a un consenso entre los historiadores con referencia a la cantidad de esclavos que se traficaron en la época que nos ocupa, esta podría ser estimada en 11 millones de almas, que intervinieron en el desarrollo de la economías occidentales (y 19 millones en total de esclavos originarios de África que se exportaron a diferentes lugares) según datos aportados por J: Inikori (5).

 

Ante de entrar de lleno en el tema de esclavo-mercancía haré una breve referencia en cuanto a la periodización y al contexto de las sociedades involucradas en el período observado.

 

 

PERIODIZACIÓN Y CONTEXTO

 

Para Joseph Ki-Zerbo, el punto de inflexión para África se ubicaría en el siglo XVI. Hasta ese momento el continente africano estaría en igualdad de condiciones con respecto al resto del mundo (6)

 

Como hecho importante cabe mencionar la conquista árabe acompañada por la islamización.Ésta, a través de las caravanas, a partir del siglo XI y a pesar de la resistencia, (sobre todo de los reinos cristianos de Nubia y Etiopía) tuvo una importancia considerable.

 

Se fueron formando estados que llegaron a ser imperios muy prósperos, tales como Ghana (apogeo en el siglo XI), Malí (apogeo en el siglo XIV), Songhay (apogeo en el XVI), Bornu (apogeo en el siglo XVI). También son importantes, reinos como el de Benín -creado por los yoruba- (apogeo en los siglos XV y XVI), el de los Mossi, sin olvidar a los bantúes, civilización original que creó reinos bien organizados como el del Kongo.

 

Malí contaba con grandes minas de oro, que llegaba a Europa a través de los árabes. A finales del siglo XIV, el Kongo contaba con una agricultura diversificada y con hábiles artesanos, herreros y tejedores. Benín conoció su apogeo después de la llegada de los portugueses, con quienes mantuvo buenas relaciones. En la región de los grandes lagos del África oriental algunos reinos desarrollaron civilizaciones forestales, pero ganaderos de origen etíope se impusieron frecuentemente a los agricultores bantúes.

 

En cuanto a Europa, podemos decir que a partir de 1317 comenzaron a registrarse las primeras crisis cíclicas que sacudieron las bases del sistema feudal (malas cosechas-hambrunas-epidemias). En 1348 muchas zonas fueron afectadas por la Peste Negra, con la consiguiente caída demográfica y por ende escasez de mano de obra. Se produjo una crisis social y económica, en donde no faltaron los levantamientos, que debilitaron el poder de los señores feudales. Pero, por otro lado, se dio el ascenso de la burguesías urbanas con su instrumento de poder -el dinero-. A pesar de la crisis se produjeron transformaciones en la producción agropecuaria y de las manufacturas y el desarrollo de los mercados locales (7). Ante el debilitamiento del poder feudal se consolidaron las monarquías que se transformaron en importantes agentes económicos (8). España y Portugal fueron potencias que, contando con estados monárquicos bien consolidados, estuvieron en condiciones de apoyar nuevas empresas económicas que tendieron a aflojar los conflictos internos (9). Además, hay que tener en cuenta que contaban con los medios adecuados para arriesgarse a tales empresas (tradición marinera, desarrollo de técnicas de navegación, astronomía y cartografía), como también de una posición geográfica favorable. En 1488, Bartolomé Díaz llegaba al sur de África; en 1492, Colón a América y en 1498, Vasco de Gama al Océano Índico.

 

Joseph Ki-Zerbo hace hincapié en que la facilidad con que la trata se difunde (siglos XV y XVI) se podría explicar a partir del debilitamiento de las sociedades africanas, producido por epidemias y sequías en África occidental. En los siglos XVII y XVIII se produce una adaptación a la trata. Aquellos reinos que se asentaron sobre las costas intervinieron activamente en la trata que, paulatinamente, se fue instalando sobre el continente. Frente a una primera fase que, por llamarla de algún modo, habría sido mas "moderada", le sobrevino otra, ya con característica de "explotación". En el siglo XIX, hay intentos de reunificación de grandes territorios como forma de resistencia (en contra de la fragmentación que incentivó la trata negrera) hacia los europeos y para unificar etnias y tribus, pero chocaron contra los intereses colonizadores y de algunas etnias africanas (10).

 

Si bien en una primera etapa los esclavos eran un "producto" tras el que estaban los portugueses y españoles, luego se le sumaron holandeses, franceses e ingleses (11). El interés económico de los europeos estaba centrado tanto en el comercio de los esclavos como en los productos por ellos fabricados.

 

 

EL ESCLAVO-MERCANCIA

 

¿Quiénes y cómo organizaban el comercio?

 

Los comerciantes europeos se unían formando compañías que fueran capaces de disminuir los riesgos que implicaban tales empresas. En muchos casos obtenían privilegio de sus respectivos gobiernos, que podían llegar al monopolio. Por ejemplo, España utilizaba el sistema de asientos, que consistía en venderle a un particular o país el monopolio para transportar un número o un tonelaje determinado de esclavos a sus colonias.

 

Para transportar a los esclavos era necesario contar con un sistema de flotas aptas para llevar este tipo de carga. Esto se traduce tanto en personal para controlar a los esclavos, como en las instalaciones adecuadas y equipadas para contenerlos. Las flotas partían de los puertos europeos para anclar en las factorías instaladas en las costas africanas, donde se recogían a los esclavos para cruzar el Atlántico. Durante el viaje se producían un número variable de pérdidas por muerte (suicidios, castigos, enfermedades, eran las causas de las mismas).

 

Con respecto a las condiciones en que se efectuaban los traslados, las fuentes nos pueden aportar una valiosa información. Gustavus Vassa, un ex esclavo, describe con lujo de detalles las penurias sufridas en esos largos viajes por el Atlántico, que producían un terror tal entre los pobres individuos que (como en su caso) llegaban a desear estar muertos antes que seguir viviendo en esas condiciones (12). James Barbot, Jr., marino de un negrero inglés, en ocasión de haber presenciado un motín, puede dar cuenta de cómo las condiciones de hacinamiento, maltrato "excesivo" y desconocimiento por parte de los negreros para tratar a ese tipo de carga pueden ocasionar disturbios (13). Alexander Falconbridge, cuenta cómo algunos esclavos se negaban a comer para poner fin a sus vidas (14). A la inanición como causa de muerte también hace referencia John Barbot (15). Las fuentes, en mayor o menor medida, dan cuenta del hacinamiento, condiciones de insalubridad, utilización del castigo y la fuerza por parte de los negreros, como así también hacen referencia a las bajas producidas por distintas causas.

 

En las factorías se concentraban toda una red de intermediarios, no solo blancos sino también negros, ya que no hay que olvidar que muchos de los que entregaban a los esclavos eran señores y jefes locales de las etnias africanas. En este sentido, cabe mencionar también la presencia de ex-esclavos afro-brasileños que, tras haber salido de Brasil, volvieron a su tierra de origen y participaron en el negocio de la trata.

 

¿Qué se intercambiaba, bajo que sistema y condiciones?

 

Oro, marfil, pieles, goma y esclavos era lo que buscaban los negreros para llevar a Europa, mientras que lo que dejaban en el continente negro era aguardiente, tejidos baratos, chucherías de cristal y, posteriormente, armas.

 

Los esclavos eran conocidos por los lugares de los que provenían y por poseer características determinadas. Los mejores recibían el nombre de "piezas de India" y se estableció un sistema de equivalencia entre ellos (ejemplo: dos niños de 3 a 7 años equivalían a una pieza, etc.) En las factorías se utilizaban medidas convencionales: onza, paquete, barra y otras monedas.

 

Los esclavos que eran traídos del interior eran alojados en almacenes y cuidadosamente revisados ( físicamente), para fijar su valor. Cuando eran comprados se les hacía una marca en el cuerpo con las iniciales de sus propietarios, para luego ser transportados.

 

¿Hay qué criarlos o comprarlos?

 

Claude Meillassoux hace un estudio detallado sobre la conveniencia económica de adoptar una u otra forma de reemplazo (cría o compra) del esclavo cuando ya no puede ejercer las tareas para las cuales fue adquirido (16) . Para ello analiza toda una serie de variables como, por ejemplo, edad, sexo, costo de mantenimiento del esclavo hasta llegar a la edad de maduración reproductiva para una nueva generación (reproducción ecodemográfica por procreación y maduración de un esclavo de reemplazo), y las variables a tener en cuenta para el reemplazo por medio de la sustitución mercantil de un esclavo, es decir de un individuo que, aunque tenga un costo de compra, ha sido criado en su comunidad de origen y luego va a ocupar una parte de su tiempo para autoabastecerse y otra parte del mismo para crear el plusvalor del cual se apropiará su amo. Si bien cada una de estas dos formas presentan ventajas y desventajas, llega a la conclusión que la reproducción mercantil sería la manera a través de la cual se tendría un mejor índice de ganancia, teniendo en cuenta el tiempo en que se demora para amortizar el precio de un esclavo, cálculos que seguramente hicieron los esclavistas.

 

La mercancía humana...

 

Vemos, hasta aquí, cómo los seres humanos, al dotárseles de valor de cambio, toman una nueva fisonomía, que es la de la mercancía. En efecto, los esclavos, una vez separados de su comunidad, eran comprados, transportados y puestos a producir. Mantenidos a un costo mínimo, que aseguraba su subsistencia, eran reemplazados por otros cuando ya no podían producir. Participaban en de un sistema de mercado regido por la oferta y la demanda, en este sentido, objetos, ganado e individuos podían correr la misma suerte y trato por parte de sus dueños.

 

Algunos tuvieron más suerte que otros, en el sentido que pudieron ahorrar un peculio para comprar su libertad aunque el estigma de haber sido esclavos difícilmente era borrado. Dos ejemplos tenemos en Gustavus Vassa (17) y Venture Smith (18) que fueron esclavos manumitidos cuyo testimonio pudo ser recogido en el siglo XVIII.

 

 

CONSECUENCIAS DE UNA RELACIÓN DESIGUAL

 

Tres autores que he ido citando a lo largo de este trabajo (J. Ki-Zerbo, J. Inikori y C Meillassoux) han hecho referencia a las consecuencias del comercio de esclavos, las que se podrían resumir de la siguiente manera:

 

Para África:

 

No es difícil conjeturar que cuatro siglos de trata esclavista significaron una descapitalización (en términos de pérdida de recursos) más que importante en individuos (capacidad productiva) y riquezas materiales (oro y marfil), que fueron extraídos a cambio de objetos de poco valor. El balance resultaría negativo para el continente negro, a pesar que, con el comercio europeo, se hayan introducido nuevos cultivos. Además, si algunos capitales se reinvirtieron, fueron para acentuar el comercio de la trata (como es el caso de mulatos y negros afro-brasileños manumitidos que volvieron al continente negro). Otro factor a tener en cuenta es que este estado de sometimiento continuo favoreció las luchas entre distintos pueblos y estados, lo cual juega en contra de cualquier intento de avance o desarrollo. Tanto en el aspecto humano como material, y considerados éstos desde el punto de vista cuali y cuantitativo resulta evidente el perjuicio producido en el continente.

 

Para Europa:

 

Se podría concluir que fue ampliamente ventajosa. Pensemos solamente en cómo esta actividad dio impulso a distintas actividades de la economía, como ser: el comercio, las finanzas, los transportes marítimos, las industrias manufactureras y las explotaciones agrícolas. Se pudo contar con una mano de obra barata y que, en algunos casos, servía para complementar o sustituir la mano de obra indígena tributaria (en América). Por otro lado no hay que olvidarse que Europa pudo acumular una considerable cantidad de metálico que fue extraída tanto de América como de África.

 

Para América:

 

En muchas regiones sirvió para reemplazar a la mano de obra indígena, que fue diezmada durante la conquista y colonización o que no se adaptaban a las condiciones de trabajo en determinados rubros como, por ejemplo, las plantaciones de azúcar y la producción de tabaco, por solo citar dos ejemplos. América del Norte se vio muy conectada y favorecida económicamente con el aporte de mano de obra esclava. No hay que perder de vista que, cuando hablamos de comercio, no se trata solo del comercio local sino de las posibilidades que se abren a partir de la importación y exportación de un país a otro y de un continente a otro.

 

En cuanto a la abolición de la esclavitud y la trata:

 

Cabe reflexionar que, si bien alguna parte de las sociedades europeas (influidas en el siglo XVIII y XIX por los filósofos franceses, algunas corrientes protestantes británicas y el papado) pudieron tomar conciencia del genocidio que se vino efectuando durante cuatro siglos (en sentido filosófico y moral), otros sectores pudieron percibir que, dado el grado de madurez a que habían llegado las relaciones productivas, a partir fundamentalmente de los cambios operados por la revolución industrial, el esclavismo iba dejando de ser rentable bajo esas condiciones. Era necesario cambiarlo por otra forma de sometimiento, como el colonialismo, con el cual países como Inglaterra, pudieran colocar sus productos manufacturados en nuevos mercados como África, y frenar el avance de potencias como Estados Unidos y Rusia. También los cambios operados en las plantaciones, en las que se van a empezar a utilizar maquinarias en reemplazo de mano de obra esclava, van a influir en el sentido antes mencionado.

 

Si bien la esclavitud formalmente va a suprimirse por Gran Bretaña hacia 1830, por Francia en 1848 y en Brasil en 1888, el sometimiento va a seguir extendiéndose en el tiempo. La esclavitud va a ir cediendo su lugar al imperialismo, conformado bajo lo que Joseph Ki-Zerbo llama las "Tres M" (19) (misioneros, mercaderes y militares).

 

CONCLUSIÓN

 

La cantidad de esclavos salidos de África hacia Europa y de aquí hacia América se cuenta por millones, como también se pueden contar por toneladas el oro y el marfil extraídos del continente. Fuerzas productivas incorporadas forzosamente al mundo del trabajo occidental ayudaron a sentar las bases de un desarrollo desigual, en la evolución de las economías de los continentes que intervinieron en la trata (comenzando por África, pasando por Europa y llegando a América). Este proceso dio lugar, por una parte, al aumento de la producción y, por la otra, a la ampliación de los mercados de consumo. Los intereses particulares se vieron alentados y ayudados por los poderes estatales de las potencias europeas que, tras la crisis del siglo XIV, encontraron oportunidad de alivianar tensiones internas embarcándose como socios en estas nuevas empresas

 

NOTAS

 

1) Susana Bianchi; Historia social del mundo colonial, Edit. Universidad Nacional de Quilmes, Bs. As.,2005. Cap. II, pág. 72-73

2) Joseph E. Inikori; "La trata negrera y las economías atlánticas de 1451 a 1870", en ‘La trata negrera del siglo XV al XIX, UNESCO 1978, Barcelona en 1981

3) Aristóteles, Platón (por solo nombrar a algunos filósofos)

4) Joseph Ki-Zerbo; Historia del África negra, Alianza Universidad, 1980, I De los orígenes al siglo XIX, pág. 302/304

5) Joseph Inikori; Op. Cit. Pág. 75 y 76

6) Joseph Ki-Zerbo; Op cit. Pág. 286

7)Susana Bianchi; Op. Cit. Capít. II

8) Susana Bianchi; Op. Cit. Capít. II

9) Susana Bianchi; Op. Cit. Capit. II

l0) Joseph Ki-Zerbo; "De Vasco de Gama al 2000. Historia de una relación desigual entre Europa y

África", en Gnisci Armando (comp.), Poetiche africane, Mentelmi, Roma, 2002, Trad. por Luis César Bou.

11) Joseph Ki-Zerbo; Op. Cit., Pág. 306

12) "La vida de Gustavus Vassa" . Trad. Por Luis César Bou, http://ar.geocities.com/obserflictos/gustavus.html

13) "Una revuelta premeditada", por James Barbot jr. (marino de un barco negrero ingles), Trad. Luis César Bou, http://ar.geocities.com/obserflictos/barbot.html

14) "Los negros eran amarrados juntos mediante esposas", por Alexander Falconbridge, cirujano a bordo de barcos negreros. Trad. Luis César Bou, http://ar.geocities.com/obserflictos/falconbridge.html

15) “ Da la impresión ... de que los europeos están aficionados a su carne” por John Barbot, Trad. Luis César Bou, http://ar.geocities.com/obserflictos/jbarbot.html

16) Claude Meillassoux; Antropología de la esclavitud, cap. V: ¿hay que comprarlos o criarlos?, Edit. Siglo XXI.

17) "La vida de Gustavus Vassa", op. cit.

18) "Yo tenía puesta una cuerda alrededor de mi cuello", por Venture Smith, Trad. Luis César Bou, en http://ar.geocities.com/obserflictos/venture.html

19) Joseph Ki-Zerbo; Historia del África negra", parte 2, cáp. 9, pág. 603

 

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