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ÁFRICA: ORO NEGRO ¿PARA QUIÉN?

Por Virginia Maziero

Observatorio de Conflictos, Argentina

 

A partir del siglo XVI, África comenzó a ser arrasada desde el exterior. Ese exterior que, por milenios, había enriquecido su cultura con intercambios comerciales, científicos, desde hace cinco siglos y hasta el presente la domina, la asola como si sólo fuera un espacio del cual extraer recursos en provecho de su economía.

 

Partiendo de lo que fue, en el caso europeo, la trata negrera, continuando con la posterior colonización que suplantó a la esclavitud propiamente dicha y, por último, llegando hasta la situación actual del continente, vemos cómo África ha sido apartada de la escena mundial y reservada a la extracción de sus riquezas en beneficio de las potencias que la dominan.

 

La trata negrera, es decir la práctica de esclavización, no fue inventada por los europeos. Esta práctica ya era realizada por los países árabes que circundaban en la costa oriental del continente. Realizaban razzias de esclavos orientadas hacia la satisfacción de necesidades domésticas. Pero para ellos era indistinto un esclavo blanco de uno negro. En cambio, para los europeos, la esclavitud dirigida hacia los negros fue toda una exclusividad. Muchos esclavos fueron llevados a Europa de forma masiva y "después del éxito de las plantaciones esclavistas creadas en las islas situadas a lo largo del continente (Santo Tomé, Príncipe, Cabo verde), los africanos exportados hacia el Nuevo Mundo proporcionaron la fuerza de trabajo de las plantaciones coloniales, y más raramente en las minas, cuyos productos -oro, plata y, sobre todo azúcar, cacao, algodón, tabaco, café, - alimentaron ampliamente el negocio internacional"(1). Pero lo más sorprendente y característico de este tipo de esclavitud, fue el grado de humillación al que fueron sometidos los africanos. La crueldad que recibieron año tras año, siglo tras siglo, con innumerables testimonios que la verifican, es aberrante. Pero como siempre, fue producto de las necesidades del mercado. "Si el negro no hubiese sido considerado como un sub-hombre no podría haber sido objeto de comercio"(2)

 

La posterior colonización, que supuso la abolición de la esclavitud, no cambió mucho el panorama. Siempre, todo movimiento estuvo de la mano de las necesidades económicas imperantes de las potencias europeas. Durante el siglo XIX, primero Gran Bretaña y luego los demás países de Europa occidental, sufrieron un cambio en las estructuras, la revolución industrial, caracterizada por la invención de la máquina de vapor. Esta Europa tendrá necesidades radicalmente nuevas. No se trata ya de establecer relaciones con un África que, como antaño, enviaba sin parar masas de esclavos a las plantaciones. Ahora los negros podían servir de mano de obra en la misma África, para proporcionar las materias primas necesarias para la producción de los países industrializados. África fue vista en ese momento con la misma mirada que hoy se tiene de ella: un sitio reservado para la explotación de todo recurso disponible.

 

Esta colonización se consolidó en la conferencia de Berlín (1884-1885), cuando las grandes potencias (Francia, Inglaterra, Alemania, Bélgica, Portugal, entre otras) se repartieron el continente africano, respetando solamente los requerimientos de cada una de ellas, y sin tener en cuenta que los territorios eran ocupados por pueblos nativos de diversas etnias, culturas y lenguas. Organizaron económicamente al África de manera que cada uno de los territorios se especializara en un bien particular destinado a suplir las necesidades de materias primas de las metrópolis.

 

Toda esta estructura condena a la economía y a la sociedad africana ya que de ella se absorben todas las riquezas en bruto sin el respectivo valor agregado que se le adjudica a cualquier trabajo artesanal. Claro que, cuando vuelven, lo hacen a través del mercado como productos manufacturados por los países industriales. Sumado a todo esto hay que agregar que ha sido impulsada a reducir, en consecuencia, su producción alimentaria en beneficio de estos productos de exportación.

 

Los colonizadores instalaron un sistema de tipo vertical basado en la violencia, muy opuesto al sistema horizontal que caracterizaba a los africanos basado en el diálogo, en la palabra.

 

Hoy vemos a un África en proceso de agotamiento. Su suelo, sus riquezas y también su población sufren las consecuencias del lugar que les ha sido reservado en el mundo. En el siglo XX, específicamente a partir de la década del sesenta, los estados africanos han declarado su "independencia". Pero, en vista de las condiciones paupérrimas en las cuales el continente aún sigue sumergido, no podemos hablar de descolonización. Se ha producido nuevamente otro movimiento, conveniente para los países dominantes. "África ha aumentado y continua aumentando la extracción de sus propias materias primas: oro, cobalto, uranio, diamantes y como es de esperar el petróleo"(3). Esta explotación está controlada por empresas multinacionales, que manipulan la política de los estados africanos según su parecer. Las elites africanas ejercen el poder como los antiguos colonizadores, con una fuerte presión sobre sus pueblos a través de dictaduras, procesos de corrupción que limitan cualquier desarrollo económico político y social.

 

La situación al parecer no presenta grandes cambios, África sigue aún dominada por fuerzas externas a ella, que la paralizan, la deterioran. "Continuando con la estela de los primeros colonizadores se piensa todavía hoy al África como una tierra vacante y sin dueño"(4). Me parece importante destacar el tema de la extracción del petróleo, que se está realizando en África porque, al ser el elemento fundamental para la producción capitalista del presente, determina la relación que existe hoy entre los países dominantes y los estados africanos. "La crisis política en Venezuela y la inestabilidad en Medio Oriente evidencian una vez más la volatibilidad del mercado petrolero mundial y la necesidad de diversificar al máximo las fuentes de obtención de crudo para occidente"(5) Hoy la potencia imperial del mundo es Estados Unidos y, como ha demostrado, no tiene límites a la hora de apoderarse de las reservas de hidrocarburos que existen en el mundo. Además de las potencias europeas también implicadas en la extracción de petróleo y gas, hay que sumar a Japón y a China como interesadas, ya que para sostener su crecimiento necesitan de un consumo inmenso de energía. El petróleo y el gas son los elementos principales para la economía capitalista mundial y quien cuente con el control de dichos recursos cuenta a su vez con el manejo de los precios internacionales. Es por eso que, frente a tal situación, los países imperialistas se lanzaron a la carrera por el control de la extracción del oro negro y como es de esperarse nuevamente vuelven a centrar su mirada en los países africanos poseedores de dichos recursos.

 

Para semejante empresa cuentan con gran impunidad, ya que, en alianza con las clases dirigentes africanas, las empresas multinacionales siguen manipulando la estructura sociopolítica y económica del continente. Para ello utilizan guerras, invasiones, privatizaciones, matanzas, todo un equipo represivo que es aplicado como forma de dominio y de control. Por eso es que podemos ver en África durante todo el siglo XX, y aún hoy en el siglo XXI, guerras civiles y golpes de estado que la están llevando a una situación limite.

 

Europa aún tiene el real dominio político y económico en buena parte de África, a través de la influencia en sus ex colonias. Allí pone y saca dictadores y posee el monopolio comercial. Para poner un ejemplo: "Francia maneja una moneda común: el franco CFA (Franco de la Comunidad Financiera Africana) divisa que revalúa o devalúa de acuerdo a sus intereses especulativos. Son trece los países africanos "independientes" atados al CFA: Togo, Senegal, Benin, Burkina Faso, Camerún, Congo, Chad, Gabón, Níger, Guinea Ecuatorial, Malí, Costa de Marfil y República Centroafricana.

 

Estados Unidos no se queda atrás ya que, por más que trate de ocultarlo, tiene grandes proyectos relacionados con el control del petróleo. Debido a la inestabilidad política y social de los países árabes, de Irak e Irán, las empresas estadounidenses han puesto la mira en el Golfo de Guinea (Nigeria, Guinea Ecuatorial, Camerún, Gabón y Angola). Estos países son ricos en yacimientos petrolíferos. Además poseen la cualidad de ser de "gran calidad y fácil de transportar al estar todas las explotaciones en el mar lejos de los conflictos"(7). La producción de estos países sobrepasa a la de los países árabes y a la de Venezuela. "Estados Unidos importa cerca del 15% de su petróleo y la Unión Europea el 22%'”(8). Como es de esperarse el ingreso del petróleo se queda en manos de los gobernantes corruptos y de quienes colaboran para dicha corrupción, haciendo que ese dinero nunca llegue a la población.

 

Uno de las estrategias que está utilizando Estados Unidos para ejercer el control es a través del ejército. En este último tiempo ha estado enviando tropas de las fuerzas especiales a Mauritania, Chad, Mali y Nigeria, para proveer de "entrenamiento antiterrorista" a los ejércitos de esos países. Utilizan el pretexto de que en las regiones del Magreb y del Sahel existen grupos de Al Qaeda relacionados con los atentados de Madrid. Sin embargo, no puede enmascararse el interés por los recursos energéticos.

 

Por todo esto, el descubrimiento de petróleo en África no ha hecho más que agravar la situación del continente. Toda la historia de la actividad petrolera ha estado ligada a la violencia, a las dictaduras, a las masacres de los pueblos. Nigeria ha vivido una dictadura desde 1967, año en que se inició la guerra civil en la zona petrolera de Biafra. Luego del descubrimiento de reservas de petróleo, Nigeria ocupó militarmente dicha región y la anexionó a su territorio. Pero, como siempre, fue necesaria la sucesión de gobiernos dictatoriales para permitir que ciertas empresas explotaran estos recursos. "En Chad, de donde parte el oleoducto Chad-Camerún, los pueblos están divididos, debido a la herencia que recibieron de los colonizadores, quienes crearon fronteras artificiales, dando lugar a conflictos que aún no terminan"(9). Como no puede faltar, aquí también existe la presencia militar extranjera para garantizar los intereses de las empresas petroleras. "Otras acciones militares se han sucedido en Somalia, Sudan. Muchos pueblos de las regiones petroleras se han visto obligados a abandonar sus tierras debido al acoso de las bandas paramilitares. Igualmente, en Angola y en Argelia se vive hace años una suerte de guerra civil impulsada por el control de los recursos petrolíferos, que ha causado la muerte de millones de personas.

 

Toda esta terrible situación viven los africanos, quienes ven como día a día todas las estructuras sociales, políticas y económicas terminan en ruinas controladas por los "pocos de siempre". Sin embargo, todo esto no termina acá, a estos conflictos hay que sumarle el impacto ambiental que esta explotación está causando, ya que la contaminación y la deforestación producen también millares de muertos. La destrucción de ecosistemas, la contaminación de fuentes de agua, la destrucción de bosques, son algunas de las consecuencias del petróleo. Durante todas las fases de actividad petrolera se provocan impactos ambientales. "Durante la exploración sísmica hay deforestación y contaminación por desechos y por ruido. Cuando la sísmica es en el mar, entonces mueren los peces por efecto de las detonaciones. Con la sísmica se inician procesos de ocupación de los territorios de las comunidades tradicionales, que ven invadidos sus territorios por gente de afuera". "Los desechos de la perforación son altamente contaminantes y quedan expuestos al aire libre o son echados al agua"(10). Otros desechos son vertidos a la atmósfera, estos componentes provocan enfermedades como el cáncer y problemas respiratorios, entre otras. Y la muerte de la flora y la fauna con la que se agrava la desnutrición y la propensión a todo tipo de enfermedades.

 

A través de este recorrido de la penetración extranjera en el continente, del saqueo ilimitado que los países dominantes han realizado en el mismo, tanto de seres humanos como de riquezas, pero también de historia, de cultura, y de ese orgullo que en algún momento tuvieron los africanos, sólo a través de esto podemos entender al África de hoy. Y entender lo que hoy es África significa también saber que, en algún momento, este continente dio a luz a poderosas civilizaciones, ricas en contenido, de las que Europa ha aprendido mucho. Sólo en la comparación entre el África propulsora de movimientos a partir desde sí misma, como dice Ki-Zerbo, y el África que se mueve impulsada desde el exterior, que en realidad el único movimiento que realiza es descendente, podemos ver la gravedad de la crisis que viven los países africanos. Aunque existieron, durante estos siglos de dominio, distintos cambios en las relaciones que África mantuvo con los países que la asecharon, nunca dejaron de sofocarla. Siempre a la orden de los intereses económicos, los países dominantes fueron intercalando las formas de acceder a las riquezas de África: pactos con los reyes negros, expediciones, colonizaciones y todo esto, aunque de manera más sutil, se sigue realizando. Porque la masacre a los africanos no podría realizarse sin la debilidad de las estructuras políticas. Hoy son las multinacionales, junto con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, quienes, en relación de complicidad con los políticos corruptos que gobiernan el África, controlan y avalan toda la devastación que se está produciendo. Mientras tanto, el pueblo africano, padece las consecuencias y carga con el dolor ancestral.

 

NOTAS

1) Elikia M'Bokolo, La dimensión africana de la trata de negros. Le Monde Diplomatique, ed. española, n° 30, abril de 1998.

2) Bou, Luis César, Africa y la historia. www.rebelion.org/africa/bou210103.htm

3) Joseph Ki-Zerbo, De Vasco da Gama al 2000. Historia de una relación desigual entre Europa y África. en Gnisci, Armando (comp.), Poetiche africane. Mentelmi, Roma, 2002. Traducción: Luis César Bou

4) Ídem.

5) Petróleo y política en Africa subsahariana. http://www.rebelion.org

6) Enrique Oliva, Petróleo, diamantes, minerales y sangre. http://rebelion.org

7) Michael Nikcken, profesor de la Umversidad Central de Sudáfrica.

8) Gramma Internacional.

9) Oilwatch. Red de resistencia a las actividades petroleras en los países tropicales.

10)Oilwatch

11) idem.

 

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