ÁFRICA PARA LOS AFRICANOS

Marcus Garvey

 

Por cinco años la Asociación Universal para el Progreso de los Negros ha estado abogando por la causa de África para los africanos --esto es, que los pueblos negros del mundo se concentraran en el objetivo de construir por sí mismos una gran nación en África. Cuando comenzamos nuestra propaganda en este sentido varios de los así denominados intelectuales negros que han estado engañando a la raza por cerca de medio siglo dijeron que estábamos locos, que los pueblos negros del mundo occidental no estaban interesados en África y no vivirían en África. Un editor y dirigente [Nota: se refiere a W. Du Bois] fue tan lejos como para decir a su autodenominado Congreso Panafricano que los negros americanos no vivirían en África porque el clima era demasiado cálido. Se han aducido todo tipo de argumentos por parte de estos intelectuales negros en contra de la colonización de África por la raza negra. Algunos dijeron que los negros trabajarían por su existencia a la par de los blancos en países fundados y establecidos por estos últimos. Por lo tanto, no era necesario para los negros buscar una nacionalidad independiente para sí mismos. Las viejas historias de “fiebre africana”, “mal clima africano”, “mosquitos africanos”, “salvajes africanos”, han sido repetidas por estos “intelectuales descerebrados” nuestros como un espantajo contra nuestro pueblo en América y en las Indias Occidentales que estaba tomando un provechoso interés en el nuevo programa de construcción de un imperio racial de nosotros en nuestra Madre Patria.

Ahora que los años han pasado y la Asociación Universal para el Progreso de los Negros ha dado la vuelta al mundo con su propaganda, encontramos estadistas y líderes eminentes de raza blanca abogando calurosamente por la causa de la colonización de África con los negros del mundo occidental. Hace un año el senador MacCullum de la Legislatura de Mississippi introdujo una resolución con el propósito de peticionar al Congreso de los Estados Unidos de América y al Presidente en el sentido de que usen su influencia para asegurar a los Aliados una cantidad suficiente de territorio en África a cambio de la deuda de guerra, territorio que sería utilizado para el establecimiento de una nación independiente para los negros americanos. Casi al mismo tiempo el senador France de Maryland expresó un deseo similar en el Senado de los Estados Unidos. Durante un discurso acerca de los “Bonos de los Soldados”, dijo: “Tenemos una gran deuda con África y ha sido ignorada por mucho tiempo. No necesito extenderme sobre nuestro interés peculiar y obligación con el pueblo de África. Miles de americanos han estado durante años contribuyendo con el trabajo misionero que ha sido llevado adelante por hombres y mujeres nobles que han sido enviados hacia allí por las iglesias de América. Esto revela un cambio real de parte de prominentes hombres de estado en cu actitud respecto a la cuestión africana. Luego viene otra sugerencia desde Alemania, del Dr. Heinrich Schnee, un antiguo gobernador del África Oriental Alemana. Este estadista alemán sugiere en una entrevista concedida en Berlín, y publicada en Nueva York, que América tome el control de los mandatos en África de Gran Bretaña y Francia para realizar la colonización con negros americanos. Hablando sobre la cuestión, dice: “Respecto al proyecto de colonizar África con la población americana de color excedente, esto sería en gran medida resolver un problema irritante, y con un plan como el que ha delineado el senador France, capacitaría a Francia y Gran Bretaña para traspasar sus deberes hacia los Estados Unidos, y simultáneamente aligerar la carga de las reparaciones de guerra alemanas que están paralizando la vida económica.”

Con expresiones como las citadas anteriormente provenientes de prominentes estadistas mundiales, y de las demandas hechas por hombres tales como los senadores France y McCullum, está claro que la cuestión de la nacionalidad africana no es algo traído de los pelos, sino algo tanto razonable como ejecutable como lo fue la idea de una nacionalidad americana.

Finalmente creo que los pueblos negros del mundo están hoy convencidos de que el trabajo de la Asociación Universal para el Progreso de los Negros no es algo visionario, sino muy práctico, y que no está tan traído de los pelos, sino que puede ser realizado en poco tiempo si la raza entera cooperara y trabajara por el fin deseado. Ahora que el trabajo de nuestra organización ha comenzado a dar frutos encontramos que algunos de esos “dudosos” de hace dos o tres años están ahora tratando de  mezclarse en la idea popular de rehabilitar África en interés de los negros. Están ahora adelantando “programas” espurios y dentro de poco tratarán de ponerse ante el público como los abogados y líderes de la idea africana. Es sabido que aquellos que han seguido la carrera de la Asociación Universal para el Progreso de los Negros no tolerarán ser engañados por estos oportunistas negros que siempre han buscado vivir de las ideas de otra gente. El sueño de un Imperio Negro es sólo cuestión de unos pocos años más cuando África sea colonizada completamente por negros, como Europa lo está con la raza blanca. Lo que queremos es una nacionalidad africana independiente, y si América ha de ayudar a los pueblos negros del mundo a establecer tal nacionalidad, entonces damos la bienvenida a esa asistencia. Es de esperar que cuando llegue el momento para los negros americanos y  de las Indias Occidentales de asentarse en África, realizarán lo que es su responsabilidad y deber. No se tratará de ir al África con el propósito de ejercer un señorío sobre los nativos, sino que será el propósito de la Asociación Universal para el Progreso de los Negros establecer en África una cooperación fraternal que hará que el interés tanto de los nativos africanos como de los negros americanos y de las Indias Occidentales sea uno y el mismo, es decir, entraremos en una sociedad común para construir África en el interés de nuestra raza. Unidad de intereses. Todo el mundo sabe que no hay ninguna diferencia entre los nativos africanos y los negros americanos y de las Indias Occidentales, y que somos descendientes de una familia común. Es sólo por accidente que fuimos divididos y apartados por más de trescientos años, pero se siente que cuando llegue el momento de volver a estar juntos, lo haremos con el espíritu de amor fraternal, y cualquier negro que espero ser asistido por la Asociación Universal para el Progreso de los Negros, allí o en cualquier parte, para ejercer una superioridad arrogante sobre los compañeros de su propia raza, está en un tremendo error. Tal persona haría mejor en permanecer donde está y no intentar de ninguna manera interesarse en el mayor desarrollo de África. El negro ha tenido suficiente de la vana práctica de la superioridad racial inflingida sobre él por otros, por tanto no está preparado para tolerar una cosa similar de parte de su propio pueblo. En América y las Indias Occidentales, tenemos negros que se consideran tan por encima de sus compañeros como para llevar a estos a pensar que cualquier reajuste  en los asuntos de la raza será tomado por ellos en sus manos para ejercer una suerte de control despótico y autocrático al igual que otros han hecho por siglos. Nuevamente digo, sería aconsejable para tales negros poner sus manos y mentes fuera de la idea popular de colonizar África en interés de la raza negra, porque el que estén identificados con este nuevo programa de ninguna manera nos ayudará debido al sentimiento prevaleciente entre los negros de todas partes de no tolerar la superioridad de raza o de clase por sobre ellos, como es el deseo de los auto-designados y auto-creados líderes raciales que hemos estado teniendo en los últimos cincuenta años.

Las masas de negros de América, las Indias Occidentales, América Central y del Sur están en acuerdo total con las aspiraciones de los nativos africanos. Deseamos ayudarlos a construir al África como un Imperio Negro, donde todo hombre negro, tanto si ha nacido en África o en el mundo occidental, tendrá la oportunidad de desarrollarse sobre sus propios lineamientos bajo la protección de las instituciones democráticas más favorables. Será inútil, como señalamos antes, para los negros petardistas dejar América y las Indias Occidentales para ir al África, pensando que tendrán posiciones privilegiadas para infligir sobre la raza esa bastarda aristocracia que han tratado de mantener en el mundo occidental a expensas de las masas. África desarrollará por sí sola una aristocracia, pero estará basada en el servicio y lealtad a la raza. Que todos los negros trabajen para ese fin. Yo siento que es sólo una cuestión de unos pocos años más antes que nuestro programa sea aceptado no solamente por los pocos estadistas de América que ahora están interesados en él, sino por los mayores estadistas mundiales, como la única solución para el gran problema racial. No hay otra manera de evitar la amenazante guerra entre las razas que está por englobar a toda la humanidad, que ha sido profetizada por los mayores pensadores del mundo; no hay método mejor que ubicando a cada raza en su propio hábitat. El momento realmente ha llegado para los asiáticos de gobernar Asia por sí mismos, como es el caso de los europeos en Europa y el mundo occidental, ese también es el deseo de los africanos, gobernarse por sí mismos en su hogar, y de esa forma trayendo la paz y la satisfacción para la familia humana entera.

Traducción: Luis César Bou

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