"Acerca de la
Belleza y el Simbolismo."
En la medida
en que la existencia es realizada por el hombre común
y corriente en el plan empírico, todo lo que es, solo
existe para ella bajo la forma de cómo la aprecia su
conciencia.
Así, lo que es trascendencia adopta igualmente, hacia
la existencia a la que esta unida a ese orden del conocimiento
empírico, la forma del ser objetivo.
¿Que
es lo que podemos definir como: "la realidad" cuando
se habla el lenguaje de la objetividad metafísica?
La objetividad metafísica podemos determinarla como "símbolo"
pero no es la trascendencia misma sino su lenguaje. Como lengua,
no esta comprendida ni entendida directamente por la conciencia
en general, el tipo de lenguaje y la manera con la cual lo expresamos,
son una posibilidad para la existencia.
Si el sentido de los símbolos es inexpresable, ¿Cómo
podemos transmitirlo y asociarlo al lenguaje universal?
Sin lo universal la experiencia que contiene la conciencia del
ser estaría en la oscuridad absoluta, radicalmente excluida
de toda comunicación aun consigo misma.
¿Cómo se puede discurrir de una manera coherente
para expresar la relación entre la apariencia de las cosas
y el ser que es inmanente?. Es entonces cuando surge la trascendencia
inmanente.
La trascendencia
inmanente (inmanencia significa: inherente, inseparable) es inmanencia
es cierto, pero es desvaneciente, tiende a disiparse. Ella es
trascendencia pero llegó al ser como símbolo, que
como vimos es una lengua del corazón del hombre empírico.
La trascendencia
y la inmanencia fueron consideradas al principio como excluidas
la una de la otra. Más bien en este nuevo símbolo
denominado "trascendencia inmanente", debe cumplirse
para nosotros la dialéctica viviente y presente, en la
cual no debe hundirse tampoco la "trascendencia" que
es en si misma perdurable.
Toda cosa o
ente puede ser un símbolo o cifra. El mundo de las cifras
esta abierto y se rebela contra cualquier orden, es su manera
de ser equivoco; en el primer ciclo de cifras, el mundo empírico
es evidentemente explorado por las ciencias de la naturaleza.
De ahí nace la tradición romántica e idealista,
en la cual todas las cosas pueden son transfiguradas en belleza.
Pero cual es
esa "belleza" de la que hablan los filósofos?
Parece que se debe comprender sobre todo en el sentido que le
dieran los antiguos y recordar que esa palabra casi siempre esta
confundida con la "idea" de que es una cualidad que
existe en nosotros. Así como el sentimiento que tenemos
de la belleza esta confundido con la facultad que hay en nosotros
de recibir esa idea.
Ocurre lo mismo
con la palabra "armonía" que es empleada para
designar las ideas agradables que nacen de la composición
de los sonidos, y la expresión "delicadeza del oído"
que se usa para designar la facultad que tenemos de degustar
ese placer.
En realidad
la belleza y la armonía constan sobre todo de la idea,
de una cualidad primaria que se podría decir que está
mucho más en relación con nuestros sentidos físicos.
Esas ideas son excitadas primero por la percepción interna,
después por la capacidad de apreciación de cada
hombre en particular, porque es necesario que el espíritu
tenga esa idea antes que nuestras sensaciones puedan considerarlas
como la imagen o copia de un patrón previamente establecido.
Esa "belleza
absoluta", es la belleza que percibimos en los objetos sin
compararlos con nada exterior ni anterior que pueda ser considerado
como la imagen de algún modelo o patrón. Así
es la belleza que percibimos en las obras de la naturaleza, en
las obras de arte o en las esculturas. En su defecto, la "belleza
relativa" es la que se descubre en los objetos y aun en
las personas, considerados comúnmente como imitaciones
o imágenes de los patrones preconvebidos de las demás
cosas.
Reitero: Los
hombres llegamos a crear patrones acerca de la belleza y en el
momento de la apreciación directa de los objetos o sujetos
a conceptuar, retrotraemos inconscientemente de nuestro interior
el modelo establecido y entonces ejecutar su calificación.
Queda aún
una explicación mas de la belleza y de la armonía
tras los caminos místicos y del saber, y de la cual, las
definiciones llenas de símbolos e imágenes deben
ser comprendidas más allá de las palabras, aun
de las significaciones. Es la lengua de los poetas y de los maestros
también. En fin, los que nos sirven de guía en
el camino de la iniciación que deben, sin lugar a dudas,
valerse por todos los medios de la simbología.
Y es gracias
a las relaciones de las diferentes disciplinas del pensamiento
humano agrupadas en una síntesis, que los investigadores
encuentran entonces el principio de la verdad. El maestro utilizará
el simbolismo científico o el simbolismo religioso, el
matemático o el artístico, para ayudar a sus discípulos
en su búsqueda, este es el fundamento de la gran enseñanza.
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