La
hermosa raza de los centauros habita en las regiones montañosas
de Arcadia y Tesalis, en Grecia. No hay visión más
impresionante que la de una tropa de centauros galopando por la
ladera de una montaña, con las cabezas y troncos humanos
a manera de mascarones sobre los poderosos cuerpos de caballo.
Su
noble apariencia no concuerda con su carácter, y de esto
se puede culpar a su linaje. Ixión, un redomado bribón,
fue el padre de una rama de la familia, y Crono el de la otra.
Sin embargo, los descendientes de Crono y su esposa Fílira,
una hermosa ninfa marina, son de naturaleza muy diferente a los
de Ixión.
Zeus
invitó a Ixión al Olimpo para purificarle de sus
pecados, pero Ixión respondió a su hospitalidad
tratando de seducir a la diosa Hera. Esta se le escapó
transformándose en una nube e Ixión tuvo que satisfacer
su deseo con Néfele, una nube creada por Zeus a semejanza
de la diosa. De esta unión nacieron los primeros centauros.
Los
centauros pronto demostraron que combinaban la fuerza de un semental
con la codicia, la lujuria y la arrogancia de los hombres. Les
gustaba beber vino casi tanto como perseguir jóvenes adolescentes,
y les encantaban las peleas de borrachos. Hicieron gala de todas
estas cualidades cuando irrumpieron en la boda de Prirítoo,
hijo humano de Ixión, con Hipodamía. Los centauros
se emborracharon con el vino de la boda y trataron repetidamente
de violar a la novia, hasta que Teseo y Pirítoo les expulsaron
violentamente.
Los
centauros sólo eran leales a Eros, dios del Amor, y a Dionisio,
dios del Vino. Una cabalgata de centauros de parranda, con Eros
azuzándoles y Dionisio tambaleándose borracho en
su carro, hace que todos los hombres encierren a sus esposas e
hijas y atranquen la puerta de sus bodegas. Los descendientes
de Crono se mantuvieron apartados de estas francachelas. Crono
y Filiar engendraron a Quirón, un centauro erudito que
se encargó de la crianza y educación de muchos héroes
griegos. Su descendencia llevó una vida sobria y estudiosa,
en fuerte contraste con la bravuconerías, borracheras y
escándalos de la otra rama de la familia.
Una de las leyendas de la mitología griega cuenta que el
primer centauro fue Chirón. Chirón era un titán
que entró en guerra con los jóvenes dioses el Olimpo,
pero perdió. Como castigo, Apolo, el dios de la luz y la
razón, lo convirtió en mitad hombre y mitad caballo.
En
esta leyenda, se narra como fue herido por una flecha venenosa,
y tras un tiempo de agonía renunció a su inmortalidad.
Chirón cedió su inmortalidad a Prometeo, otro titán.
Zeus, como agradececimiento por este gesto que tuvo Chirón,
dibujó la forma de centauro en una constelación
y le dio el nombre de Sagitario.
El
centauro es un ser con cuerpo de caballo y el torso, brazos y
cabeza de hombre. Habita en equilibrio con la naturaleza, así
que sólo caza lo que necesita para vivir y si tala un árbol,
planta otro. Suelen ser encontrados en prados, claros y bosques
de hoja caduca. Son muy sociables con otras especies del bosque.
Son
conocidos por sus habilidades con la lanza y con el arco, aunque
también pueden usar garrotes y escudos a la hora de la
lucha. Son seres de gran fuerza, sobre todo por su parte animal,
esta parte de caballo les permite cocear, pisotear y cargar con
lanza.
Su
sociedad está formada por los centauros guerreros, miembros
de la tribu, y al menos un sacerdote, que será considerado
un líder.
Es
famosa su afición por el vino, que les tranforma en seres
desagradables y algo toscos, incluso agresivos.