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Mit Nordica

El Fresno de Yggdrasil

(El Mundo nórdico)


El fresno Yggdrasil aparece, en la mitología nórdica, no sólo como eje hiper cósmico que enlaza los tres reinos superior, medio y subterráneo, sino como dramática expresión de una "realidad" en proceso de constante crecimiento y destrucción. Constituye un símbolo turbador que ha merecido ser designado como "árbol del terror".

Es el más sagrado de todos los árboles, pero es bien sabido que todo lo sagrado presenta una dimensión sobrecogedora, que se confunde con una secreta fascinación.

Tres grandes raíces sostienen el gran tronco y bajo cada una de ellas, brota un maravilloso manantial. Una de las raíces llega hasta Nifelheim, el caliginoso mundo de los espectros y alcanza Hwergelmir, el burbujeante caldero de la materia primordial. Otra raíz se dirige a Iotunheim o Jotunheim, la región de levante, y su manantial irriga la zona donde se halla Mimir, señor de la sabiduría. La tercera raíz alcanza la región de Urdaborn, la maravillosa fuente del destino, que se halla en la región de Midgard, cuyo origen nadie conoce y a la que diariamente acuden los dioses ases para reunirse en consejo. Allí tienen las Nornas su residencia. Son las encargadas de regar las raíces diariamente con agua vivificadora de aquella fuente, para mantener y proteger al árbol de la implacable corrupción amenazadora. El agua de Urdarborn es pureza actuante y todo cuanto se baña en ella adquiere una resplandeciente blancura. Del tal lugar, surge una niebla refrescante que llega a producir la miel de la inmortalidad.

La cabra Heidrum, cuya leche se convierte en hidromiel - la bebida que reconforta a los dioses y otorga vida a los caídos en el campo de batalla -, está ramoneando constantemente las hojas del árbol Yggdrasil. En su constante manducar, puede verse una amenaza; pero ello resulta indispensable para que pueda elaborar el elixir de la juventud que procede de sus ubres. Tras lo que parece óptimo, siempre puede descubrirse una fuerza desintegradora. Lo bueno y lo malo se confunden y complementan forman-do el gran enigma de toda existencia.

En lo alto de la copa de Yggdrasil, el águila solar, toda ella resplandor, conoce todos los secretos imaginables, en tanto que, a su alrededor, aletea el gavilán Wederfolnix, el hacedor de los tiempos (Wettermacher).

En lo bajo, en las profundidades de Nifhel, habita la negra serpiente del abismo inferior - Nidhoggr - el dragón de las mil envidias, siempre rodeado de sierpes y gusanos, que corroen constantemente el fresno desde lo profundo...
La ardilla Ratatoskr, va arriba y abajo, y lo que oye en una región acude a decirlo a la otra provocando no pocas discordias. Por si todo lo dicho no fuera poco, cuatro ciervos ramonean incesantemente las hojas del árbol sagrado.

Para los nórdicos, el árbol Yggdrasil constituía una imagen viva del mundo: los animales devoradores correspondían a las fuerzas desintegrado-ras que laten en el interior de todo lo creado que, por otra parte, contiene un núcleo de fuerza activa, la cual tiende a un constante desarrollo. En el árbol sagrado, no sólo queda materializada la constante lucha entre la luz y las tinieblas, entre las fuerzas de lo alto y de lo bajo, sino la secreta unidad que liga estos aspectos de la acción cósmica como expresión de una misma y fundamental realidad.


A continuación se datallará cada sección del fresno, hace click sobre cada parte de la imagen que quieras ver y vas a ver la descripción del sector cliqueado.


Ratalosk

La ardilla Ratatosk sube y baja el fresno y lleva habladurías entre la serpiente/dragón Nidhögg y el águila.

Asgard

Es el mundo de los dioses ases. El río Ifing lo separaba de Riesenheim, el país de los gigantes del hielo. Sobre
el campo de trabajos divinos del Ida, Idafeld, se alzaban los maravillosos castillos celestiales que los dioses se habían construido. En el campo de Ida, se podían admirar los talleres de los dioses donde se laboraba el hierro y el oro, y se fabricaban altares y templos. Pero al trabajo seguía el ocio y la diversión; alternancia que, desde aquellos remotos tiempos, constituye el prototipo de toda actividad bien llevada. Allí se jugaba a la "tabla real",
el tríe-trae, ni más ni menos. Era una edad de oro hasta que aparecieron las Nornas y, con ellas, la guerra.
Un puente maravilloso, la mayor y más hermosa de las construcciones salidas de manos divinas, Bifróst, el arco iris, unía cielos y tierra. Por él, sólo podían transitar los dioses, porque estaba formado por tres colores, uno de
los cuales era fuego intensísimo que los humanos no hubieran podido soportar. Al final de los tiempos, cuando
los gigantes del fuego determinen asaltar el mundo divino, podrán atravesarlo por la afinidad de su sustancia
rojiza con los colores de que está formado. Vigilando el puente, se halla el as Heimdall que si viese avanzar a
los gigantes por el portentoso puente, con su cuerno Giallarhorn, avisaría a sus compañeros para que se aprestasen al combate.

Alfheim (El hogar de los Elfos Blancos)

La tierra de los duendes o elfos luminosos, seres pequeños, hermosos y sin maldad. Tenían permiso para visitar Midgard cuando quisieran; y solían hacerlo bajando en un rayo de luna para danzar en círculos mágicos.

Well of Urd (Fuente de Urd)

Es una fuente sagrada del destino en la cual los dioses celebran su tribunal. Esta fuente se alla en la region de Midgard y cada día cabalgan los dioses cruzando el Bifröst para celebrar alli el consejo. En una hermosa sala
viven tres doncellas, las Nornas, Urd, Verdandi y Skuld (pasado, presente y futuro), que modelan el destino de
los hombres. Hay nornas de los elfos, de los hombres y de los enanos.

Vanaheim

Mundo de los dioses wanes; tienen su residencia cerca del mar en la zona meridional. Con todo, algunos wanes habitan en las profundidades de la tierra y otros navegan en castillos flotantes sobre las aguas; es decir, son unos excelentes navegantes. Los wanes eran seres benevolentes que procuraban a los humanos una vida alegre y les ayudaban en lo que podían. Ases y wanes constituyen divinidades de distintos pueblos nórdicos que combatieron frecuentemente hasta que llegaron a una especie de acuerdo o fusión. Tengamos en cuenta que los dioses wanes Niord, Freyr y Freya, fueron asimilados al panteón de los ases. Se ha indicado que los ases eran venerados por los germanos, los escandinavos y los daneses. Los wanes, considerados divinidades del comercio y de la navegación, pudieron recibir honores de algunos pueblos costeros del Báltico o de los litorales suecos.

Bifrost (El puente del arco iris)

Era, por supuesto, esencial que el árbol Ygdrassil se mantuviera en perfectas condiciones de salud, una labor que realizaban las Nornas o Destinos, que lo rociaban diariamente con las aguas sagradas del manantial Urdar. Esta agua, al deslizarse hasta la tierra a través de las ramas y las hojas, suministraba con miel a las abejas.

Desde ambos límites de Niflheim, arqueándose muy por encima de Midgard, se alzaba el puente sagrado, Bifröst (Asatru, el aro iris), hecho de fuego, agua y aire, cuyos palpitantes y cambiantes matices retenía y sobre el cual viajaban los dioses de un lado a otro de la Tierra o hasta el manantial Urdar, al pie del fresno Ygdrassil, donde se reunían diariamente en asamblea.

De entre todos los dioses, Thor, el dios del trueno, era el único que nunca pisaba sobre el puente, por miedo a que sus pesados pasos o el calor de sus relámpagos lo destruyera. El dios Heimdall guardaba custodia y vigilancia allí día y noche. Estaba pertrechado con una espada mordaz y portaba una trompeta de nombre Gjallarhorn, con la cual solía soplar generalmente una nota suave para anunciar la venida o la ida de los demás dioses, pero la cual serviría además, para hacer sonar un terrible estruendo cuando Ragnarok, el gigante de hielo y Surtr, llegaran con intención de destruir el mundo.

Jotuheim (Tierra de Gigantes)

Tambien como Iötonheim o Thrymheim (la casa rugiente). Aqui vivían los gigantes, enemigos de los dioses y de los hombres. Aquí se refugió la única pareja de gigantes supervivientes a la matanza provocada por Odín y sus
dos hermanos. Este mundo rodea a Midgard, aunque está separado de él por una enorme serpiente llamada Jomurgand. Su rey era Asvid.

Midgard

Era el lugar destinado a los seres humanos, que fueron creados por los dioses Odín, Vili (Hönir) y Ve (Loki) a
partir de dos árboles caídos. El primer hombre se llamó Ask y procedía de un fresno; la primera mujer fue Emba
y estaba hecha de un olmo. El Asgard y el Midgard están comunicados por el puente del arco iris (Bifrost)
vigilado por el dios Heimdall.

Fountain of Mimir (La fuente de Mimir)

Mimir, señor de la sabiduría. Éste bebía el saber de un cuerno sapiencial que ocultaba celosamente y, en el cual algunos, han querido reconocer el ojo perdido de Odín... No estará de más indicar que Mimir perdió la cabeza que luego Odín embalsamó y convirtió en su oráculo.

Svartalfheim (Hogar de los elfos negros)

Mundo de los elfos negros. La palabra elfo corresponde a la expresión alemana elb. En algunos lugares, son conocidos como wichte. Se trata de seres diminutos o enanos que pueden tener aspecto más o menos proporcionado. Los Eddas tienden a presentar a los elfos negros como seres poco amigables y de aspecto nada agradable. Reciben el calificativo de "negros" por habitar en zonas profundas, en minas en el interior de la tierra; aunque, en determinadas ocasiones, se permitan aparecer en la superficie.

Nidavellir (hogar de los enanos)

El hogar de los enanos, este lugar se encontraba al este de Midgard, al mismo nivel.

Jormungand

Otro nombre de la serpiente de Midgard. Es engendrada por Loki y Angrboda. Sus hermanos son Fenrir y Hel. Odín hizo que fueran raptados y conducidos a Asgard. Luego, lanzó a Jormungand al océano, donde creció y se hizo tan larga que rodeaba la tierra. En el Ragnarök, Jormungand subiría a tierra firme y sería muerta por Thor. Puede también traducirse por “Poderoso Sortilegio” pues "gandr" significa “varita mágica”. También es llamada Jormungandr.

Muspell (El mundo de Fuego)

Era un lugar ardiente donde vivía el gigante Surt, señor del fuego y primer ser viviente del universo. De las chispas que brotaban de su espada se hicieron las estrellas. Tras la batalla final entre dioses y gigantes, arrasaría con su fuego los nueve mundos.

Nidhogg

El dragón Nidhogg habitaba en Niflheim. Alli roía día y noche las raíces del fresno Yggdrasil (en cuyas ramas se sustentaba el mundo).

Spring of Hvergelmir (Los doce rios)

En Niflheim se encontraba el manantial Hvergelmir del que nacían los doce ríos de Niflheim, llamados Elivagar, también era el hogar de la serpiente Nidhug, que roía las raíces del árbol cósmico Yggdrasil. Los doce ríos desembocaban en Ginnungagap y al entrar en contacto con el viento helado del abismo se transformaban en bloques de hielo; del mismo modo las chispas y las llamas del Muspelheim, al llegar al Ginnungagap y caer
sobre los hielos formaban nubes de vapor.

Niflheim (El mundo de Hielo)

Paraje subterráneo frío y oscuro, habitado por Nidhogg, la serpiente que roe continuamente las raíces del árbol Yggdrasil. Estaba compuesto por nueve estancias y era el infierno de los criminales y de los traidores. "Hasta el oro se pudre en el Niflheim".

 

Ratalosk, la chismosa Asgard, El hogar de los dioses Ases Alfheim, el hogar de los Elfos blancos La fuente de Urd, el hogar de las Normas y lugar de reunion de los dioses Vanaheim, el hogar de los dioses Wanes Bifrost, El puente del Arco Iris JotuHeim, el hogar de los Gigantes Midgard, hogar del hombre. La Fuente de Mimir. Svartalfheim, hogar de los elfos Negros Nidavellir, hogar de los enanos Jormundgand, la serpiente de Midgard Muspell, el mundo de fuego Nidhogg, el dragon que debora las raices de Yggdrasil. La fuente de Hvergelmir, el origen de los doce rios Niflheim,
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