Codro
y Atenea
El
segundo héroe grande de la Grecia antigua era Teseo. Para
Hércules estaban los mitos de Tebas y de Argos. Para Teseo
estaban los de Atenas, porque él fue uno de sus reyes,
pero antes de que entremos en el mito de Teseo, hablaremos de
Atenas, la más hermosa, la más rica, la ciudad más
gloriosa de toda la Grecia antigua.
El
mito la tiene que Codro era primer rey de Atenas. Codro no nació
de nadie creció de la tierra. Codro no era ningún
hombre ordinario, él era medio hombre de la cintura para
arriba y serpiente de la cintura para abajo. Vivió en la
cima de una colina la cual nombró Acrópolis. Atenas
era como una inmensa llanura a legua y media del mar, y la Acrópolis
estaba sobre una gran roca aislada entre unas colinas rocosas
las cuales brindaban a la ciudad una defensa natural. Sobre la
Acrópolis se encontraba el templo a la Diosa Atenea, la
diosa de la ciudad. Al pie de esta roca llamada la Acrópolis,
se habían formado otros pueblos que a menudo se hacían
la guerra entre ellos, con el tiempo la ciudad fue creciendo,
y fueron todos una misma ciudad. Según la leyenda había
sido Teseo, el primer rey de Atenas, quien unificó a estos
pueblos disolviendo los consejos y estableciendo un solo santuario,
el Pritaneo de Atenas, en donde se reunían los senadores.
En
un principio Atenas había sido gobernada por reyes, de
los que se sabe muy poco, y se desconoce si realmente existieron
o si solo se trató de leyendas. Una de estas leyendas es
la del rey Codro, quien combatía contra los invasores dorios.
Atenas era una ciudad bastante difícil de tomar y los dorios
consultaron al oráculo para saber la suerte que les depararía
la campaña, el Oráculo les respondió que
si mataban a Codro jamás conquistarían Atenas. Los
dorios, entonces, se cuidaron de no matar al rey. En una ocasión,
Codro se vistió de mendigo y con una guadaña fue
a molestar a una guarnición doria, los invasores le dieron
muerte, y más tarde supieron que habían matado al
rey, por lo que desistieron y se marcharon.
Según
los ancestros la colina de la acrópolis era estructura
construida por la diosa Atenea quien trajo rocas gigantes del
área de Pallini. También se dice que mientras que
la diosa construía la acrópolis una de las rocas
resbaló de sus manos y fue así cómo la colina
de Likavitos fue creada.
Atenas,
durante el reinado de Codro fue llamada Cecropia, a nombre de
su rey. El nombre reciente de la ciudad le fue dado por la diosa
Atenea, y la historia de cómo eso sucedió es mas
o menos asis:
Un
día, Poseidón (dios del mar) y Atenea (diosa de
la sabiduría) estaban en la acrópolis, comenzaron
a discutir porque cada uno deseaba nombrar la ciudad con su propio
nombre. Como de dicha pelea no salía ningún vencedor,
invitaron Codro para que eligiera a uno de ellos a cambio de que
el dios elegido le brindaría a él y a su pueblo
un regalo divino. Si elegía el regalo de Poseidón
la ciudad se llamaría Poseidonia, si elegía el de
Atenea la ciudad se llamaría Atenas.
Poseidón
clavó su tridente en la roca y el agua comenzó a
brotar.
-
Este es mi regalo para la ciudad y a su gente, agua. Dijo Poseidón.
Ahora
era el turno de Atenea, la diosa levantó su lanza y la
arrojó a metros del manantial de Poseidón. Un árbol
nuevo creció por primera en el planeta, era un olivo.
-
Y éste es mi regalo, dijo Atenea. Un árbol, que
del jugo de su fruta se alimentará tu gente. Un árbol
que simboliza paz.
Codro contempló un tiempo largo el árbol y el manantial.
Entonces se inclinó para beber del manantial un poco del
agua de Poseidón. Como el agua era salada no le gustó.
-
Manantiales como este tenemos en abundancia en nuestra ciudad,
dijo Codro, así que elegiré el regalo de Atenea.
Cecropia
fue llamada desde aquel momento Atenas en honor a la diosa, y
fue amada y protegida por ella, y los atenienses honraron y adoraron
a Atenea como a ninguna otra diosa o dios.
En
cuanto a Poseidón, se quedó tan descontento que
maldijo la ciudad con escasez de agua por el resto de su tiempo.
Erecteo
y sus hijas
Uno
de los reyes más bien conocidos de Atenas era el rey Erecteo.
Un mito dice que Erecteo era hijo de Hefesto y Atenea. Otro que
él era hijo de Hefesto y diosa Gea (tierra), y un tercero
que Erecteo era nieto de Codro.
Erecteo
tenía seis hijos y tres hijas hermosas a quienes adoraba.
Las tres hermanas se amaban tanto que hicieron un juramento secreto
entre ellas. Si una de ellas moría, las otras dos la seguirían
al sepulcro de modo que la muerte nunca las pudiera separar.
En
Tracia (Noroeste de Grecia) durante esos días había
allí un rey llamado Eumolpo, un hombre muy fuerte y ambicioso.
Eumolpo decidió conquistar Atenas, así que reunió
a sus tropas y marchó hacia Atenas.
Erecteo,
cuya ciudad, Atenas, no era tan grande en aquella época
estaba preocupado, así que decidió ir al oráculo
de Delfos y consultar a Pitia, la sacerdotisa, qué era
lo que debería hacer para vencer al ejército de
Tracio.
-
Eumolpo es un hijo de Poseidón, dijo Pitia, y Poseidón
odia Atenas así que él va a ayudar a su hijo a ganar.
Sin embargo si usted desea salir victorioso en esta batalla deberá
pagar esta victoria con sangre y lagrimas. Sacrifique una de sus
hijas. Este fue el oráculo de Pitia.
Erecteo
volvió a Atenas muy amargado a causa de la respuesta del
oráculo. Él adoraba a sus hijas pero era su deber
defender a su gente y ciudad a cualquier precio. Erecteo habló
con su esposa Praxitea y le contó sobre el oráculo.
Praxitea comenzó a llorar y a golpearse el pecho, no podía
aceptar este sacrificio.
-
Siento tu dolor, que es el mío también. Dijo Erecteo.
Sabes cuánto amo a nuestras hijas, esposa mía, pero
piensa en las otras muchachas y muchachos de Atenas.
Perderemos
un hijo, pero con este sacrificio salvaremos a todos los niños
y al pueblo de Atenas.
La
reina con voz temblorosa hizo una piedra de su corazón
y aceptó las palabras del rey.
-
Necesitamos hablar con nuestras hijas, Erecteo, no hay otra forma.
Dijo Ella.
Y
así lo hicieron. Las tres hijas aceptaron el sacrificio
y se eligió quien seria sacrificada. La más joven
seria la que se sacrificaría y puesto que el ejército
de Eumolpo se acercaba a Atenas, Praxitea misma condujo a su joven
hija al altar.
Los
Tracios, seguros de su victoria, atacaron la ciudad. Erecteo y
sus atenienses lucharon airosamente por horas y forzaron al ejército
invasor a retirarse luego de muchas muertes incluso la de su propio
rey, Eumolpo, muerto por la mano de Erecteo.
Poseidón,
que miraba la batalla desde la cima del monte Himeto, y viendo
que su hijo Eumolpo moría asesinado a manos de Erecteo,
lanzó su tridente y golpeo a Erecteo en la cabeza.
Erecteo
murió después de ganar una gran batalla y de salvar
a Atenas y a su gente. Quizás fue afortunado en morir,
porque si hubiera sobrevivido y volvía al palacio se habría
encontrado a sus otras dos hijas muertas también. Fieles
a su juramento secreto, siguieron a su hermana al reino de Hades,
el reino de los muertos para estar siempre juntas.
La
diosa Atenea estaba tan conmovida por sus muertes que las elevó
a los cielos y las hizo brillar como estrellas inmortales en la
constelación de Híades.
El nacimiento de un Héroe (Egeo y Etra)
Después
de la muerte de Erecteo, su hijo cuyo nombre era también
Codro se convirtió en rey de Atenas. El nieto de Codro,
Egeo, era el padre de nuestro héroe Teseo.
Egeo
se había casado dos veces, sin embargo no tuvo ningún
hijo de estas uniones, por lo tanto no había ningún
heredero a su trono. Un día decidió visitar el oráculo
de Delfos para consultarle a Pitia, la sacerdotisa, qué
era lo que debía hacer para tener un príncipe heredero
de la corona. Pitia le dijo lo siguiente: "El
cuello que sobresale del odre de vino, Oh el mejor de los hombres;
no lo desates, antes de llegar a las alturas de Atenas, si no
quieres un día morir de tristeza".
La
respuesta del Oráculo puede tener el sentido de decirle
a Egeo que no bebiera vino antes de llegar a Atenas. En el viaje
de regreso a Atenas, Egeo intrigado por la respuesta, hace una
visita a Troezen, para consultar a su amigo el rey Piteo en busca
de una interpretación.
El
rey Piteo era muy hospitalario con el rey de Atenas. Y cuando
Egeo le contó sobre el oráculo, Piteo entendió
el significado de la declaración de la sacerdotisa y engañó
Egeo.
El
rey hizo que beba en exceso y lo hizo acostarse con su hija hermosa
Etra. Pero esa misma noche el dios Poseidón (Neptuno) también
la amó.
Luego,
Egeo, en caso de que la muchacha pudiera quedar embarazada, puso
una espada y un par de zapatos debajo de una roca grande y dijo
Etra que si ella daba a luz a un hijo y podía levantar
esa roca, la espada y los zapatos serian para él. Una vez
que este hijo hubiera tomado la posesión de la espada y
de los zapatos, Etra debía enviarlo a su padre en Atenas.
Egeo ordenó a Etra que guardara todo esto en secreto.
La
razón del secreto era que Egeo estaba asustado de que los
cincuenta hijos de los pallas (sus sobrinos) pudieran enterarse
sobre el niño de Etra. Constantemente se amotinaban contra
la autoridad de Egeo y matarían a cualquiera, sobre todo
a un heredero, quien se convertiría en un obstáculo
ante sus anhelos de poder después de la muerte de Egeo.
Etra
dio a luz a un muchacho, al cual llamó Teseo. Para Piteo,
el niño de su hija era el hijo de Neptuno, y lo crió
y educó en su propia casa en Troezen.
Un
día, cuando Teseo aun era un muchacho, Hércules
estaba de visita en el palacio. Hércules usaba la piel
del león al que había matado en kitheron y cuando
los amigos de Teseo lo vieron pensaron que era un león
real y huyeron. Solamente Teseo permaneció allí
sin miedo, parado con un garrote en la mano listo para hacerle
frente a la bestia.
-
Bien hecho, le dijo Hércules riendo. Un día serás
tan fuerte como yo.
Teseo
creció y se convirtió en un hombre muy fuerte, con
valor e inteligencia inusuales. Teseo tenia dieciséis cuando
llegó su momento, Etra llevó a Teseo a la roca de
su padre y lo sometió a la prueba.
-
¿Puedes levantar esta roca? Le preguntó su madre.
Teseo
levantó fácilmente la roca y vio la espada y los
zapatos que Egeo había dejado allí para él.
-
Esos son los regalos que tu padre dejó para vos, él
es rey en un reino poderoso. Y entonces le reveló quien
era realmente su padre. Esta era toda una noticia para Teseo,
quien había estado bajo la impresión de que su padre
era uno de los dioses.
-
Ve a Atenas hijo mío y muestra estos presentes al rey y
él te hará su sucesor al trono.
En
aquella época, muchos bandidos infestaron el camino del
Peloponeso a Atenas. En aquellos tiempos hubo hombres que tenían
fuerza, velocidad, y estamina, sin embargo usaban estos regalos
de la naturaleza de una forma errónea. De una forma Insolente
y cruel, gozaban y se enorgullecían cometiendo toda clase
de ultrajes a cualquier persona y cualquier cosa que estuviera
bajo su poder. Estos hombres creían que el fuerte no tenía
ninguna necesidad de respetar a los otros, y que la justicia y
la humanidad eran solamente deseos que tenían aquellos
que por ser débiles estaban destinados a sufrir dolor.
Mientras
que Hércules había estado viajando por el mundo,
había matado a muchos de estos hombres malvados. Aquellos
que temían enfrentar a Hércules se mantenían
fuera de vista, y el territorio de Grecia eventualmente era tan
pacífico y libre de ladrones y asesinos que el héroe
comenzó a aburrirse, así que se fue al Libia. Una
vez que Hércules se había marchado de Grecia, el
crimen explotó otra vez porque no había nadie que
se atreviera a enfrentar a los criminales.
Piteo
le contó a su nieto sobre todos los ladrones y asesinos
que esperaban en el camino, pero Teseo pensó que sería
vergonzoso llegar a Atenas por el camino más fácil
y seguro, en vez de enfrentar a aquellos hombres malvados. El
ejemplo de su primo Hércules había encendido en
él una llama de valor.
Además,
Teseo estaba algo avergonzado de llevar la espada de su padre
sin haberla bautizado con sangre malvada, demostrando con sus
propios medios que por sus venas corría sangre de rey.
Sin hacer caso de todas advertencias de su madre y abuelo, Teseo
partió, como Hércules, proponiéndose no hacerle
daño a ninguna persona, pero resuelto a defenderse y castigar
a cualquier agresor que pudiera encontrar.