COLEGIO DE LA SALLE DE LIMA(1926
- 1997)
El 3 de setiembre de 1921,
se firma el contrato por el cual los Hermanos de las
Escuelas Cristianas asumieron la Primaria del Colegio -
Seminario "Santo Toribio" en el convento de los
Padres Franciscanos.
En 1922 se constituye la
primera Comunidad en el Perú: Hnos. Aphrosien Marie (Hno.
Luis), Director, Arnoldo, Boniface y Cesáreo.
El Hermano Asistente Vivantien Aimé había manifestado
en algunas oportunidades el deseo de la creación de un
externado pagante, totalmente nuestro y que fuera el
centro de nuestras obras en el Perú
Acogiendo esta petición, los Hermanos decidieron la
creación del Colegio La Salle y solicitaron del Señor
Arzobispo tomar como base para el mismo la Sección
Secundaria que ya existía en el Colegio Seminario de
Santo Toribio.
La nueva obra comenzó el año de 1926,
formando parte de la Comunidad fundadora los Hermanos
antes mencionados. Los comienzos fueron duros y difíciles;
se alquiló la casa No 171 de la Avenida Brasil en donde
hubo que organizarlo todo. ¡Se carecía hasta de patio
de recreo!
El primer año se hizo sentir por la falta de personal y
la poca salud de algunos Hermanos. Por su parte, el
Ministro de Educación Dr. Maguiña creó dificultades al
negar su autorización y expresar el deseo de que los
Hermanos fueran más bien a Huaraz. Todo esto dio origen
a un serio problema para los Hermanos.
El nuevo Ministro de Educación, Doctor Pedro Oliveira,
que tenía a su hijo matriculado en primero de secundaria,
visitó el Colegio con motivo de la fiesta del 27 de
julio y parece que, a partir de ese momento comenzó a
tratar con los Hermanos sobre las posibilidades del
establecimiento de una Escuela Normal. En setiembre del
mismo año, el Hermano Director fue nombrado miembro de
la Comisión de Reforma de los Programas de Estudios.
El año de l929 se
consiguió, por fin, la Resolución que autorizaba el
funcionamiento oficial de la Sección Secundaria y el
Colegio pasó al antiguo local de la Nunciatura, en la
calle Botica San Pedro en donde permanecerá hasta 1931.
En 1930, el Hermano
Paulino Vicente asumió la Procuraduría en reemplazo del
Hermano Alfred Gabriel que volvió a Francia. A comienzos
de 1933. el Hermano Herberto María recibió la
obediencia de Visitador Auxiliar para las casas del Perú.
Visitó Lima y Arequipa el Hermano Asistente Athanase
Emile y el Colegio cambió una vez más de local, esta
vez al antiguo Colegio Alemán de la Avenida Bolivia (luego
Escuela de Pedagogía). Allí permanecerá hasta su
traslado definitivo al actual local de la Avenida Arica.
La matrícula llegaba ya a los 280 alumnos.
El año de 1934 se compró
el terreno de la Avenida Arica a Don Ramón Aspíllaga en
la suma de S/. 50.000. Para la construcción del local se
solicitó ayuda a los Superiores y, gracias a las
gestiones de los Hermanos Asistentes Athanase Emile y
Gordién Desiré, se consiguió un préstamo de 600.000
francos proporcionados por los Distritos de Oriente.
Vencidas las primeras dificultades, se colocó la primera
piedra el día 24 de setiembre y se iniciaron las obras
bajo la dirección del Arquitecto Hermano Armel Edmond.
Siempre dentro del mismo impulso de progreso, se dio
inicio a la Asociación de Exalumnos y se editó el
primer número del "Boletín del Colegio'; gracias
al entusiasmo del Hermano Hipólito; se creó asimismo la
"Brigada de Boys Scouts".
El año de 1935 fue
dedicado al Primer Congreso Eucarístico Nacional. EI
Colegio se preparó con una "Semana Eucarística"
y tomó parte masiva en las ceremonias del Congreso,
mediante sus pajes y monaguillos, así como la actuación
de los alumnos de 4o y 5o de Secundaria en la "Policía
Civil'. EI Colegio de Arequipa se hizo presente con una
delegación de alumnos.
1936 fue año de
acontecimientos: Dentro de la Congregación se creó el
nuevo Distrito de Perú-Bolivia y el 3 de enero llegaba
al Callao el nuevo Visitador Hermano Xavier Bruno; el 13
de marzo el Hermano Hipólito Bartolomé recibió la
obediencia de Subdirector, cargo que ocupará
ininterrumpidamente hasta su muerte, ocurrida el 5 de
mayo de 1975.
EI 17 de mayo de 1936 se inauguró el local de la Avenida
Arica, actuando como padrinos el Presidente de la República,
General Oscar R. Benavides y su hija Francisca, quienes
honraron el acto con su presencia; otro de los hijos del
Presidente, José Benavides, futuro General del Ejército
Peruano y Ministro de Agricultura, era alumno del Colegio.
La bendición del local estuvo a cargo del Sr. Arzobispo
Mons. Pedro Pascual Farfán y un mes después, era la
consagración del Colegio al Sagrado Corazón de Jesús.
EI alumnado llegaba ya a los 516.
EI 18 de octubre de 1937
falleció, a consecuencia de una dolencia cardíaca. el
Hermano Hilario José, joven español de mucho porvenir.
Los Hermanos Directores que se fueron sucediendo, así
como sus colaboradores al frente del Colegio, se
preocuparon por llevar a cabo una serie de mejoras como
la adquisición de los primeros ómnibus, implementación
de gabinetes y de la biblioteca. EI 19 de agosto de 1939
se bendijo la estatua de San José que se encuentra en la
entrada, como homenaje de gratitud perenne por la feliz
culminación de la obra anhelada.
La primera prueba de fuego para el local la constituyó
el terremoto del 24 de mayo de 1940.
Los daños fueron mínimos y las clases continuaron sin
novedad.
EI alumnado siguió su marcha hasta llegar al millar. Años
más tarde, se adquirió el terreno contiguo en donde había
funcionado el canódromo de Lima, el mismo que fue
transformado en el Estadio del Colegio. La ceremonia de
inauguración fue muy vistosa y se vio realzada con la
presencia del Sr. Vicepresidente de la República Sr.
Luis H. Boza y del Embajador de España.
EI 20 de agosto de 1960 se
consagró con toda solemnidad la hermosa iglesia dedicada
a San Juan Bautista de La Salle, la misma que cuenta con
un gran salón (salón Marfil), que sirve para toda clase
de actividades. Esta obra se debe al tesón del Hermano
Hipólito Bartolomé y del Hermano Director Ludovico María.
La consagración de la Iglesia estuvo a cargo del futuro
Cardenal Juan Landázuri Ricketts, Arzobispo de Lima y
Primado del Perú, con la presencia del Presidente de la
República Doctor Manuel Prado Ugarteche y su señora
esposa.
Siguiendo el plan de mejoras, en el año de 1963
se inauguró el nuevo pabellón de aulas para la Sección
Primaria, contando desde entonces con la colaboración de
las Religiosas Franciscanas de Nuestra Señora del Buen
Consejo que se hicieron cargo de las secciones infantiles
y otros servicios del Colegio.
El Colegio fue declarado después "Colegio
Experimental Particular" como una prueba de la
confianza de las Autoridades en los métodos pedagógicos
de los Hermanos; es en medio de este marco que celebró
las Bodas de Oro de su
fundación, en el año de 1976.
En esos años el Colegio se vio enlutado por el
fallecimiento de dos grandes figuras de nuestro Distrito:
el 25 de abril de 1973 el
Hermano Héctor Albert, Procurador del Distrito y gran
propulsor de la Editorial Bruño a la que dedicó con
gran tesón una buena parte de su vida consiguiendo
montar la obra que hoy todos admiramos.
EI 5 de mayo de 1975
falleció el hermano Hipólito Bartolomé. Hablar de él
significa hablar de toda la historia del Colegio desde su
fundación en 1926. Su obra ha quedado a la vista de
todos, su gran capacidad de trabajo al frente de la
Administración, su empeño en la clase en sus primeros años
y en el seguimiento de los exalumnos después, los museos.
la iglesia, el estadio, el pabellón nuevo, la flota de
ómnibus, hablan bien a las claras de su entrega total a
La Salle. En Lima siempre lo recordaremos por su porte
sencillo y modesto, su manera de ser, en una palabra, por
su gran personalidad de religioso, maestro y amigo.
1980 constituye un año
memorable se celebraron los Trescientos años de la obra
lasallista en todo el mundo.
En el año 1982 el colegio
recibió la visita de Su Eminencia el Cardenal Juan Landázuri,
Arzobispo de Lima y Primado del Perú, gran admirador de
la obra de los Hermanos y unido por lazos de amistad con
la congregación. El 10 de diciembre falleció el Hermano
Anselmo María, uno de los Hermanos de los primeros años.
Colombiano de nacimiento y peruano de corazón, dedicó
gran parte de su vida a la formación de maestros en las
Escuelas Normales de Lima y Arequipa, se ganó la simpatía
de cuantos lo conocieron por su personalidad y su don de
gentes. Sus funerales fueron grandiosos por la presencia
de maestros y exalumnos.
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